Fútbol: El Leganés sigue enchufado y gana al Athletic en casa (1-0)

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El Club Deportivo Leganés sigue enchufado y ha vencido en casa al Athletic Club de Bilbao por 1-0 con gol de Claude Beauvue, lo que permite al conjunto de Asier Garitano finalizar la Jornada 9 en la quinta plaza – en puestos europeos – y con 17 puntos, casi la mitad de los necesarios para obtener el billete de Primera División para la temporada 2018/2019.

Con un 4-3-3, Asier Garitano tenía claro que el Leganés debía salir con centro del campo poblado. La dupla marroquí compuesta por Amrabat y El Zhar está pensada para replegarse en situación defensiva, lo que origina una línea de contención de hasta cinco jugadores por delante de la zaga, que abren el balón a bandas en posesión. La estrategia es inteligente teniendo en cuenta que permite ser sólidos en defensivas y tener, al mismo tiempo, creación ofensiva con tres atacantes bien definidos; El Zhar y Amrabat abren a bandas y ampliando las posibilidades de ataque mientras que Claude Beauvue, que hoy hacía de ‘nueve’, baja a recibir en línea de tres cuartos para facilitar las transiciones iniciadas por Javier Eraso.

El Athletic, por su parte, optó por poblar menos el centro del campo y tirar de ataque y velocidad por bandas. Es donde podían hacer daño teniendo en cuenta que el reino de la zaga pepinera se ha convertido en una tiranía de Siovas, que está intratable. Los de Ziganda necesitan los puntos y eso se nota.

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En los primeros compases, el Athletic optó por los balones largos a las bandas dando a entender que los bilbaínos iban a depender de la velocidad de Iñaki Williams y Córdoba. El Leganés prefirió mimar el balón, con la pelota cortita y al pie, dando seguridad a la posesión en el centro del campo y aprovechando el potencial de Nordin Amrabat en la banda izquierda. Las primeras ocasiones llegaron desde ese carril, siempre con el mismo patrón de jugada: con los jugadores centrados, los locales partían desde el centro del campo con balones cortos, abriendo a la banda con pases de mayor profundidad y usando la habilidad de los extremos para colgar al área balones para Beauvue. Mientras que los balones pepineros llegaban al área – aunque sin suerte –, los vascos se toparon con el muro defensivo encabezado por Joseba Zaldúa y Dimitrios Siovas.

El partido se tildaba de duro, de físico, pero con pocas interrupciones. La mano de Mateu-Lahoz, partidario de laissez-faire – futbolísticamente hablando – se notaba en el césped; después de todo, en el rectángulo de juego quien tiene que reinar es el fútbol, sin lugar a dudas. El juego se desplazaba en el ecuador de la primera parte hacia el interior, un centro del campo muy poblado que escalonaba el juego. No había una transición natural en el juego y el partido se volvió algo menos atractivo con la opción del toque largo. No obstante, esta situación favorecía al conjunto de Asier Garitano, que dio con la tecla para anular a la delantera de Ziganda. Con el león enjaulado, el Leganés pudo dirigir el circo – en la medida de lo posible – a su manera.

Las ocasiones más claras de la primera parte las tuvieron los pepineros; en la primera, Beauvue pecaba de individualismo teniendo a dos jugadores que lo flanqueaban con opción de disparo y en la segunda, Javier Eraso pecó de todo lo contrario y esperó demasiado para ceder el balón a Claude Beavue.

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La primera parte terminaba con un planteamiento igualado, con ligero predominio del Leganés, que mostró más amor y respeto por el esférico que el Athletic, falto de ideas, lento en los pases y abonado a la filosofía del balón largo, motivo principal de la desaparición de la delantera leona. La táctica de poblar el centro del campo y salir rápido hacia las bandas fue un acierto para Garitano. Dejar en el banquillo a Susaeta e Iturraspe, maestros en ese arte de la circulación del balón, fue la condena de Ziganda, que no hizo buena lectura del partido.

Para intentar corregir el error, dio paso a ‘Itu’ al comienzo de la segunda parte para intentar dar más fluidez al juego ofensivo en línea de tres cuartos, campo inexplorado para los rojiblancos en la tarde del domingo. Podía parecer que el conjunto vasco salía más metido en la segunda mitad, con una ocasión clara de Iñaki Williams que se escapa rozando el palo de Cuéllar, pero no sería más que un simple espejismo; en el 53’, un robo de Nordin Amrabat a San José le permitía iniciar una carrera hacia portería rival antes de ceder el balón a Claude Beauvue, que recorta en dos ocasiones a Unai Núñez y remata a bocajarro para batir a Kepa.

Tras el gol comenzaba otro periodo de intensidad que rompió el partido pero no inclinó la balanza del lado de los del río Nervión. La salida de Raúl García para meter a Susaeta nos permite analizar que Ziganda dio paso a la segunda parte a un Athletic de toque y buen hacer con el balón. Lo más probable es que estos cambios, lamentablemente, llegaran demasiado tarde. El Leganés sufría, pero se mostraba sólido en defensa, con apoyos constantes de los hombres de arriba y aprovechando las titánicas galopadas de Amrabat – que está haciendo méritos para ser el mejor jugador pepinero de octubre – a la contra.

Interesante visión puede ser la de la actuación de Mateu Lahoz; el valenciano no estuvo fino en Butarque. Constantes errores de interpretación y su mala gestión para resolver el conflicto más polémico del partido – un choque entre Siovas y Kepa, que acabó con puñetazo de este al griego – provocaron una pitada general del público.

El partido finalizaba sin mayor complicación con un Leganés que supo domar a un león que, a día de hoy, se muestra herido antes de recibir al Fútbol Club Barcelona, el líder. Por su parte, el club pepinero suma su segunda victoria consecutiva, ya tiene 17 puntos y es su quinto partido consecutivo sin encajar gol. Ocupa la quinta posición de LaLiga Santander pero la tranquilidad reina en el equipo. “Lo importante son los puntos. Ha sido un partido muy igualado. Estamos bien porque hemos estado metidos en todos los partidos y siempre queremos más e intentar ir mejorando”, decía Garitano en rueda de prensa.

Sigue sin opinar sobre el Leganés como equipo revelación. “No tengo ni idea, seguro que chocará que estemos ahí arriba pero no nos va a distraer. La realidad es que tenemos 17 puntos y es muy bueno. El objetivo es ese y hay que intentar aprovechar la dinámica que tenemos”. Dinámica que intentarán continuar en el Sánchez Pizjuán, con la tranquilidad de haber logrado en nueve jornadas casi la mitad de los puntos necesarios para su verdadero sueño: la permanencia.

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