FUTBOL. COPA DEL REY. IDA DE DIECISEISAVOS DE FINAL. CRÓNICA. El Club Deportivo Leganés sigue en estado de gracia y gana por 1-2 al Real Valladolid en la ida de dieciseisavos de la Copa del Rey. Con un once cargado de novedades – entre ellas, la vuelta de la dupla defensiva compuesta por Mantovani y Ezequiel Muñoz –, el ‘equipo B’ de Garitano dio la cara y ganó un partido decisivo en una competición que gusta en el equipo.
Con dos onces muy cambiados a lo que vemos en las ligas regulares, la esencia de los dos equipos y la mano de los entrenadores seguía apreciándose en el césped: un Valladolid que iba a arriesgar y un Leganés, conservador, compacto y esperando para salir a la contra abriendo bandas con Naranjo y El Zhar, único superviviente del once de las dos últimas victorias.
Las primeras sensaciones del partido iban a cumplir todos los presagios. El Valladolid proponía las primeras jugadas ofensivas con un juego notablemente vertical y una línea defensiva compacta mientras que el conjunto de Asier Garitano salía a la contra un tanto nervioso. Apreciándose la mano del de Bergara, los visitantes mostraban los pocos minutos a sus espaldas en este inicio de temporada. El Leganés llegaba menos que los vallisoletanos, pero lo hacía de manera más eficaz y con ocasiones más claras, que llegaban de las botas de José Naranjo y Diego Rico.
Cabe destacar la primera parte de Nabil El Zhar, con una evolución progresiva en el juego pepinero, aportando todo su potencial y velocidad en el carril derecho para dar creación ofensiva al conjunto. Si los goles no llegaron fue por la buena organización defensiva de ambos equipos, con un rigor táctico que encontramos de manera más clara en el Leganés, hoy vestido de verde.
Tampoco llegó el gol local por el fallo clamoroso de Gianniotas, que falló una ocasión clamorosa llegada de un error garrafal de Nereo Champagne, hoy portero de los pepineros. Al final de los primeros cuarenta y cinco minutos se podía percibir un partido muy igualado con un Valladolid muy bueno al primer toque y al que le cuesta poco desplazar el balón para encontrarse en área rival. También las tuvo el Leganés, que llegó de manera clara pero no tuvo fortuna. Sólo las imperfecciones en los metros finales nos han privado de ver algún gol antes del descanso.
La segunda parte comenzó con intensidad a raíz de los primeros cambios. La entrada de Javi Eraso por Erik Morán retrasó la posición de Brasanac y aportó mayor carga ofensiva en línea de tres cuartos, el hábitat natural del ingresado en el campo. No pasó ni un minuto cuando llegó el primer ‘pepinazo’: gol de Diego Rico en el 46’ tras pase de Naranjo con un disparo al primer toque, potente y cruzado al palo largo de Becerra. No tardó en llegar la respuesta blanquivioleta y el gol de Cotán llegó tan solo cinco minutos después. En el 51’, marcaba tras un centro de falta colgado al punto de penalti y aprovechando el error de Champagne, que estaba demasiado adelantado.
Se esperaba una segunda parte más intensa, con un partido más abierto, lo que beneficiaba al equipo de Luis César Sampedro y perjudicaba a Garitano, centrado siempre en tener el control del partido – que no tiene por qué corresponderse con la posesión o las ocasiones de gol –. El dominio general del conjunto de Pucela no se traducía en nuevas ocasiones y el técnico del equipo madrileño – que suele hacer buena lectura de los partidos – introdujo una nueva componente ofensiva con la entrada de Alexander Szymanowski, de vuelta a los terrenos tras perderse el partido liguero frente al Athletic de Bilbao.
El Leganés iba cambiando progresivamente su planteamiento mientras que Sampedro optó por cambiar su esquema de forma radical introduciendo un triple cambio con jugadores titulares como Mata, que ha marcado 10 goles en 11 partidos. Con tablas en el marcador, ambos entrenadores fueron a por el partido, aunque Garitano contaba con más pólvora en el banquillo, como se demostró en la entrada de Claude Beauvue, que marcaba en el 88’ tras una carrera y un disparo raso lejano y confirmaba su buen estado de forma.
Terminaba el partido con un 1-2 favorable para el Leganés, que lleva sin perder desde el 17 de septiembre en partido oficial – frente al Éibar por 1-0 – y una eliminatoria encarrilada para confirmar el 29 de noviembre en el Municipal de Butaque. Tras el paréntesis copero, el sábado se juega el tipo en la noche sevillana frente al conjunto de Berizzo, que ganó por 0-3 en su compromiso de Copa en Cartagena.
