El Leganés, que sigue en vuelo firme a una altura de seguridad envidiable, abandona la zona de turbulencias este sábado, a las 16:15, frente al líder de la competición, el Fútbol Club Barcelona. Los de Garitano, novenos en la clasificación con 17 puntos – 5 victorias, 2 empates y 5 derrotas – juegan el partido más complicado de las once jornadas disputadas antes de jugar frente a Celta, Valladolid, Villarreal, Deportivo y Levante y cerrar el mejor año de la historia pepinera.
De sus próximos rivales, solo el Villarreal está por encima de los blanquiazules. A 11 puntos del descenso, una sonada victoria les serviría para asegurarse una buena plaza para comerse las uvas. Incluso el aplazamiento de la cita contra Real Madrid con motivo del Mundial de Clubes es una buena noticia teniendo en cuenta el calendario.
 
Algo más complicado debería tenerlo el Barcelona; con una competición más, juega el martes frente a la Juventus de Turín en competición europea y el fin de semana contra Valencia, rival directo por la primera plaza. Después, el compromiso copero y los enfrentamientos contra Celta, Sporting de Portugal, Villareal y Deportivo son las citas culés antes de despedir el año con el Clásico.
Las claves del encuentro de mañana no pasan solo por el calendario; el Leganés ha tenido dos semanas para preparar el encuentro solo con las bajas de Omar Ramos – lesionado – y Amrabat – convocado con Marruecos – y son numerosos jugadores culés los que han jugado dos partidos internacionales en este periodo. Con Mascherano lesionado, Piqué y Umtiti apercibidos y una semana en la que Juventus y Valencia acechan, los de Butarque esperan sacar tajada de la oportunidad.