FÚTBOL. COPA DEL REY. IDA DE LOS CUARTOS DE FINAL. El Club Deportivo Leganés cae frente al Real Madrid por 0-1 tras un tanto de Marco Asensio de minuto 89. Un encuentro que merecieron ganar los pepineros, que tendrán que esperar a la cita del Bernabéu el jueves que viene.
El Lega no ofrecía muchas variaciones con respecto a sus participaciones anteriores en Copa; el portero titular del torneo del K.O. es Champagne. Bustinza y Siovas en el centro de la zaga, con Diego Rico y Tito a las bandas; Rubén Pérez y Gumbau en el centro del campo, El Zhar, Eraso y Naranjo más adelantados y en punta, Beauvue.
Las sorpresas llegaron en el Real Madrid, que sin la BBC ni Marcelo apostó por jugar con la cara joven del equipo, donde la novedad fue la alineación de sus cuatro fichajes de verano: Theo, Mayoral, Ceballos y Vallejo.
En los primeros minutos se dibujó el esquema de la primera parte. El Leganés bien replegado y compacto, como un bloque, esperando a la presión para forzar el fallo y salir a la contra. El Real Madrid, muy horizontal, sin ideas claras ni pólvora para dinamitar su mala racha. El equipo local avisaba y el visitante se dejaba llevar.
La lesión de Vallejo al cuarto de hora condicionó el esquema de Zidane, que tuvo que dar entrada a Nacho y agotar el primer cambio. Ningún equipo había avisado hasta el momento, pero sin duda el encuentro estaba donde querían los de Garitano. El público, como uno más, empujó a su equipo sin pausa.
Con el paso de los minutos, el Leganés entró en calor y se atrevió a plantar cara y jugando de tú a tú, que es lo que se espera en un partido de Copa. El primer disparo llegó en el 31’ por parte del Leganés, que buscaba dar algo de alegría al duelo. En el 33, avisó Kovacic tras un error de Diego Rico, pero el croata perdonó lo imperdonable y dio alas a los pepineros.
La primera parte terminó con esa sensación de haber asistido a un calentamiento entre dos equipos. Como ese peloteo de rigor al que juegan los tenistas antes de la acción. Un partido donde nadie hizo daño, pero el Leganés enseñó el hacha primero. Un encuentro donde nadie está metido pero el pepinero enseña antes la cabeza.
Las primeras llegadas del segundo acto llevaron color blanquiazul. Los de Garitano salieron centrados, intentando dar la estocada sin correr riesgo. Se reanudaron las cuentas pendientes de la primera mitad, y pronto comenzaron las faltas. De una pudo sacar peligro el Lega, que empujó su juego hacia la portería de Casilla.
Un rechace que casi atrapó Beauvue subió las revoluciones en Butarque, que veía la victoria de reojo, más cerca de lo imaginado. La entrada de Darko quiso dar continuidad a la solidez defensiva y, al mismo tiempo, dar un paso adelante en la creación ofensiva. La conexión entre el serbio y Eraso ha dado muchas alegrías este año en el equipo.
El Leganés seguía dando credenciales para llevarse la victoria. En una falta botada por Diego Rico, Beauvue cabeceó un balón que se estrelló en la cruceta, provocando taquicardias en Butarque. A falta de veinte minutos Nordin Amrabat hizo su presencia y poco tardó en querer morder. Poco después, una carrera eléctrica del marroquí puso un balón a Beauvue que, en volea, hizo estirarse a Casilla para evitar el gol.
La ilusión se esfumó a falta de un minuto. En el 89′, un centro de Theo desde la banda izquierda llegó a las botas de Asensio, que remató a bocajarro y puso un gol para un Real Madrid que no lo mereció.
Terminaba el partido con la sensación de haber ganado el grande por el nombre, no por el mérito. Ese golpe de suerte que te sonríe cuando menos lo esperas. Tendremos que esperar una semana para conocer el desenlace pero, si todo sigue igual, el 0-1 es una eliminatoria muy abierta para el equipo de Leganés.
