El deporte del fútbol suele estar rodeado de violencia, bochorno e historias que, en ocasiones, es mejor guardar en un cajón y no sacarlas a relucir jamás. Pero también es eso, deporte, sin más, con dos aficiones que darían lo que fueran para empujar a sus equipos hacia la victoria sin llegar a lo personal y a las manos.
Sin embargo, un partido tan crucial como una vuelta de semifinales de Copa del Rey puede verse salpicado por malas decisiones. A una afición se le privó de recibir a su equipo, darle las últimas muestras de apoyo antes de que los jugadores saltaran al césped. Se les privó de visitar el centro de Sevilla, un placer donde los haya, disfrutando durante unas horas de la capital del Guadalquivir.
Antecedentes. Sin problemas en Butarque, pero…
El miércoles 31 de enero se disputó la ida de la semifinal en el Municipal de Butarque. En una zona habilitada en los aparcamientos, los aficionados sevillistas celebraron su previa y pudieron recibir a su equipo sin ningún tipo de incidente.
Incluso una alerta de encuentro entre Biris Norte, los ultras andaluces, y el Frente Atlético no supuso ningún impedimento para que celebraran la fiesta del fútbol sin problemas. La respuesta en el campo fue lamentable. No solo no respetaron el himno del equipo local sino que retrasaron el partido unos minutos con el lanzamiento de bengalas al terreno de juego. La respuesta pepinera fue una pitada monumental a un comportamiento que todo aficionado quiere fuera de los estadios
«Musho Betis»
 
Fue una de los cánticos que más molestó al Sevilla, que no ha sido demasiado respetuoso con su rival durante estas semanas. Desde el sorteo hasta la promoción por redes sociales, donde se movió el hashtag #MeImportaUnPepino en el que participó incluso la propia entidad andaluza con respuesta pepinera incluida.
Que estábamos aquí de tranquis a punto de irnos a casita para llegar pronto, echarnos la manta encima y ver quien gana hoy #OperacionTriunfo, y nos encontramos con #MeImportaUnPepino de TT… ¿No irá por nosotros no?? ? pic.twitter.com/SaaJrXNxQO
— C.D. Leganés (@CDLeganes) February 5, 2018
La odisea para llegar al estadio
Sevilla. 18:15 de la tarde. Tras seis horas y media de viaje, la expedición pepinera se encontraba a las puertas de la ciudad hispalense, donde fueron recibidos por seis vehículos de la Policía Nacional de Sevilla. Lo que parecía ser una protocolaria escolta de cara a un partido importante, resultó ser finalmente un lamentable mecanismo de contención y control de la afición del Club Deportivo Leganés.
A un cuarto de hora del estadio, los casi trescientos aficionados leganenses fueron llevados a un polígono industrial situado al norte del aeropuerto, donde un Outlet fue la actividad de recreación para aquellos que esperaban poder visitar el centro de Sevilla. Trabajadores de medios deportivos tuvieron que solicitar dos taxis para llegar a tiempo a la recogida de acreditaciones.
No fue hasta una hora antes del partido cuando llegaron los autobuses y la expedición ocupó sus asientos. Pero para entonces, su equipo ya había entrado a las instalaciones sin su gente y con una pitada de la hinchada sevillista, que ha tenido el privilegio de recibir a los suyos en ambos partidos.
Los sevillistas no han atacado a nadie del leganes ni hay rivalidad con ellos. Un triste invento de la policia
— INCORRECTO-75 (@cazafran2007) February 8, 2018
La Federación de Peñas, molesta, reclamará la intervención
El desconcierto a la llegada a Sevilla dejó paso, un día después, al malestar de los organizadores del viaje. Y no solo por la desilusión de no haber podido visitar la ciudad – algunos viajantes llevaban a sus parejas, a sus hijos y a sus padres -, sino también por un tratamiento excesivo a una afición que no suele causar problemas en sus desplazamientos.
Adrián, seguidor del Leganés, en @carrusel: "Unos 300 seguidores del Leganés hemos sido retenidos por la policía a unos 17 kilómetros de la ciudad, queríamos disfrutar de Sevilla pero nos han llevado a un polígono industrial hasta una hora antes del partido"
— Carrusel Deportivo (@carrusel) February 7, 2018
Sevilla, una ciudad que suele recibir equipos de otras nacionalidades bajo el pretexto de competición europea, ha permitido total libertad a aficionados que, por exceso de alcohol, han provocado bochornosos casos de violencia. Trato de delincuentes recibieron los pepineros, que fueron desterrados a una zona apartada del ambiente copero. La Federación de Peñas del Leganés ya ha establecido que transmitirá las quejas en próximos congresos de seguridad.
Comunicado tras los hechos sucedidos en el día de ayer en el desplazamiento a Sevilla. pic.twitter.com/kJJeNWV4he
— Fed. Peñas Leganés (@FPLeganes) February 8, 2018