El rector de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), Juan Romo, ha hecho entrega de la Medalla de Honor de la Universidad al pintor y escultor Antonio López y al arquitecto Rafael Moneo en consideración a sus relevantes y notorias trayectorias profesionales y artísticas.
La Medalla de Honor supone el máximo reconocimiento que la Universidad concede a personas e instituciones relevantes. Las asigna el Consejo de Gobierno de la UC3M a propuesta del Rector. La última medalla impuesta fue a Ban Ki-moon, ex-Secretario General de Naciones Unidas.
El acto de entrega de la Medalla ha tenido lugar en el la Biblioteca de la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación “Carmen Martín Gaite”, en el Campus de Getafe, en el contexto de la celebración del congreso internacional “La ciudad: imágenes e imaginarios”. Tras el acto de entrega se ha celebrado un coloquio entre los dos galardonados moderado por el decano de la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación, el profesor Manuel Palacio.
El rector de la UC3M ha destacado que se otorga este reconocimiento a dos personalidades que se caracterizan por la consistencia de sus ideas y la modestia de sus obras, que las hace aún más grandes. Juan Romo ha agradecido a ambos su contribución al arte y al desarrollo de las ciudades que ha revertido en la mejora la vida de las personas. De Antonio López, ha destacado su mirada, su capacidad para introducir el enigma en sus retratos hiperrealistas. De Rafael Moneo, ha subrayado la discreción y la frontalidad de sus edificios que interpelan a las personas y que ha calificado como “espíritus libres”.
Antonio López ha relatado el periplo vital y artístico que le trajo a Madrid a estudiar Bellas Artes desde Tomelloso. Se ha descrito como un pintor vocacional y pasional que ha seguido su instinto durante su carrera artística. Confiesa que se quedó a pintar en la ciudad porque “le gustan las personas”. También ha tenido palabras de elogio para la arquitectura, “el único lenguaje artístico que el hombre necesita de verdad”.
Rafael Moneo se ha mostrado partidario de considerar a los edificios como parte de la ciudades y no como objetos aislados, de manera que cuando se proyecta un edificio nuevo se contribuye a la construcción de una nueva realidad urbana. Con esa premisa ha afrontado su oficio que le ha convertido en el “artífice de nuevas imágenes urbanas”, como le ha definido la profesora María Jesús Fuente, encargada del discurso de elogio.
Biografías de Antonio López y Rafael Moneo
Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936), estudió pintura la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid entre 1950 y 1955. En sus inicios como pintor transita diversas corrientes artísticas como el cubismo o el surrealismo, pero con el transcurrir de los años se instala en el realismo. Desde los años 60 expone en muestras colectivas e individuales en las más prestigiosas galerías del mundo. En 1990 protagoniza el documental del cineasta Víctor Erice, “El Sol del Membrillo” sobre el proceso creativo de su pintura, un documental que acapara números y prestigiosos galardones internacionales. De entre sus muchas temáticas destaca el paisaje urbano, especialmente sus pinturas sobre Madrid. Como escultor ha firmado obras como “La noche y el día” instaladas junto a la estación de Atocha. Entre los numerosos reconocimientos obtenidos destaca la Medalla de Oro de Bellas Artes (1983) o el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1985).
Rafael Moneo (Tudela, Navarra, 1937) estudió en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y el mismo año de su graduación, 1961, recibió su primer Premio Nacional de Arquitectura (el segundo lo obtendría en 2015). Sus proyectos arquitectónicos más reconocidos han sido la renovación de la Estación de Atocha de Madrid, la ampliación del Museo Thyssen y del Museo del Prado y o el diseño del Kursaal de San Sebastián. Ha conjugado su labor como arquitecto con la docencia en centros españoles y extranjeros, en universidades como Princeton y Harvard, en la que fue decano del Departamento de Arquitectura durante quince años. Ha sido reconocido con premios tan destacados como la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 1992 o el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2012. En 1996 ganó el Premio Pritzker, el galardón más importante en el mundo en el ámbito de la arquitectura.
