FÚTBOL. PRIMERA DIVISIÓN. JORNADA 16 (PARTIDO APLAZADO). El Club Deportivo Leganés cayó en casa contra el Real Madrid por 1-3. El tempranero tanto de Bustinza en el minuto 5 fue respondido casi de inmediato por Lucas Vázquez, que puso las tablas en el marcador. A la media hora, Casemiro dio la vuelta al marcador y en el tramo final, Ramos marcó de penalti.
Muy español es el posponer de manera insaciable hasta el punto de volver pesado lo que debería ser un mero trámite. También lo es el hecho de meter a regañadientes un partido en día de competición europea, entre eliminatorias y antes de una jornada entre semana. Porque las prisas, también, son muy del país de la piel del toro.
Dos meses después, Leganés y Real Madrid pusieron fin a los recurrentes discursos y consignas. «Sí, pero con un partido menos…», «El partido aplazado será clave». Y lo que es peor, lo han hecho con la alargada sombra de la eliminatoria de Copa, punto de inflexión para ambos. Un partido de Liga que suponía demostrar, por parte de los blancos, que su mejora no es mero oasis, mientras que los pepineros querían salir del desierto y la ausencia de puntos.
Dos goles en los diez primeros minutos
El partido comenzó de manera inmejorable para el conjunto de Asier Garitano. Transcurridos solamente cinco minutos de choque se adelantó el Leganés con un remate de Bustinza, que aprovecha una carambola cerca de la portería para lanzarse en plancha y marcar el primero de la tarde.
No duro mucho la alegría pepinera. A los diez minutos de encuentro, Lucas Vázquez ponía las tablas en el marcador con un disparo raso cruzado al palo derecho del ‘Pichu’ Cuéllar. Con el empate a uno eran los madrileños los más cómodos sobre el tapete.
El gol hizo bajar el ritmo al Club Deportivo Leganés, que optó por venirse atrás y dejar que el equipo rival propusiera. El Real Madrid tuvo más el balón, pero el Leganés se siente cómo en ese tipo de situaciones. Espera, piensa y mete balones al área para sacar rendimiento a los de arriba. Metió miedo el equipo pepinero en un par de ocasiones. También las tuvo el conjunto de Zidane, que demostró que alinear a Vázquez y Asensio, sentando a Bale, no es ninguna locura.
La situación parecía estable para ambos equipos antes de llegar a la media hora pero el Madrid, ya había marcado 13 tantos en 3 partidos, tiene el gol en su ADN. En una jugada combinativa, de las pocas que se recuerdan esta temporada, quedaba solo Casemiro frente a Cuéllar y el brasileño no falló frente al meta extremeño.
Cambios para mejorar la imagen del Lega
La segunda parte comenzó con una revolución en el banquillo pepinero. Cuando a Garitano no le gustan las cosas, actúa. Cambió a Siovas por Mantovani y a Gumbau por Rubén Pérez. El cambio se notó de manera inmediata. El Leganés quiso ir a por el empate en el segundo tiempo. Querer es poder y el Lega se lo creyó hasta el final. Beauvue, en dos ocasiones, hizo trabajar a Kiko Casilla, en una de ellas con una de sus mejores paradas este curso.
Gabriel, que acabó tendido en el suelo, se dejó el alma para lograr un tanto. Rubén Pérez recuperaba y sacaba el esférico que daba gusto, y Diego Rico volvió a estar eléctrico un día más. El Madrid se aplomó, se vino abajo y tuvo diez minutos de asedio pepinero. Arriba no le salieron las cosas, porque con ‘Manto’ la defensa estuvo más segura. En el centro del campo falló Isco, a pesar de los esfuerzos de Asensio para dar otro color.
Las imprecisiones del conjunto blanco dieron alas a los de Garitano, pero el fútbol cambia de bando demasiado deprisa. Un penalti en los últimos minutos puso el 1-3 de las botas de Ramos, que pidió a Bale lanzar la pena máxima. Castigo excesivo para los pepineros, que vuelven a perder pero recuperan sensaciones.
Butarque, escenario de ‘finales’
Pasado el trámite del partido aplazado, llega el momento de remontar y sellar cuanto antes la permanencia. De lo contrario, esta segunda vuelta puede hacerse muy larga. El sábado visita Butarque la Unión Deportiva Las Palmas. El miércoles, visita al Wanda antes de recibir al Málaga el próximo fin de semana. Tres jornadas sin salir de Madrid y dos partidos importantes en casa contra rivales directos. Todo está por hacer y la emoción está servida.
