El PP solicitará el cese del director general de Leganés, Óscar Oliveira, tras los últimos acontecimientos. El portavoz Miguel Ángel Recuenco clama por una inaudita falta de medios materiales y humanos.
El Partido Popular pedirá en el próximo Pleno municipal del jueves el cese del director general de seguridad del Ayuntamiento de Leganés, Óscar Oliveira (PSOE). La formación conservadora acusa al Gobierno local de no tener un mantenimiento óptimo del área asegurando que Leganés se ha convertido recientemente en un «territorio sin ley».
No obstante, el partido reconoce que es el alcalde, Santiago Llorente (PSOE), el máximo responsable del área, a quien consideran «negligente y reincidente en el error y la dejadez», aseguran que esperaran a las elecciones algo que, aseguran, no pueden hacer para el cargo de director general de seguridad.
Lo que sí urge es un relevo en el cargo político de director general de seguridad, ocupado hasta la fecha por Óscar Oliveira, claramente incapacitado para tan elevada responsabilidad; ésta o cualquier otra. Es más, en los meses que quedan de mandato municipal, el Partido Popular de Leganés aboga por que sea un profesional de nuestra Policía Local el que ocupe este cargo.
Partido Popular de Leganés
Dos casos de asesinato y tráfico de drogas
Sobre las motivaciones para pedir este cese, el PP señala los últimos acontecimientos entre los sucesos de Leganés, entre los que se encuentra la muerte violenta de un anciano con motivo de un robo en su vivienda, el apuñalamiento de un hombre por el que 7 personas han sido detenidas, o un tiroteo callejero en marzo de 2018 en el centro de la ciudad.
 
Los hechos han sucedido espaciados en el tiempo por lo que desde el Ayuntamiento se asegura que se trata de «hechos aislados» y no de un aumento de la criminalidad pues los datos señalan un descenso en el número de este tipo de crímenes.
Desde el punto de vista del PP de Leganés, esta circunstancia es consecuencia directa de la falta de recursos materiales y humanos del cuerpo de Policía Local. Una crítica en la que coincide con ULEG. Ambos señalan que solo cuatro agentes patrullaban las calles por la noche durante el pasado año.