Intensidad, emoción y polémica. El choque entre Gimnástic y Leganés lo tuvo todo y más por lo que ambos equipos se jugaban. Primero y tercero de la tabla midieron sus fuerzas y el combate fue nulo (0-0), en un partido en el que el Lega jugó una hora con un futbolista menos y consiguió salir vivo de Tarragona cosechando un punto que supo a victoria.
Los catalanes comenzaron mejor el partido, jugando con gran ímpetu ante el apoyo de su afición. El dominio era suyo y, de un Emaná especialmente activo, la primera ocasión llegó en el minuto 2, con un pase de la muerte del propio delantero y que Aburjania remató en el área libre de marca. César Soriano interceptó el balón deslizándose de forma providencial.
Los locales siguieron con su empuje y los pepineros lo tenían claro: orden táctico y nada de errores en medio campo, y si era preciso, faltas para cortar las rápidas transiciones ofensivas del Nástic. La jugada más decisiva del partido se produjo en el 10’, cuando Gerard lanzó una extraordinaria diagonal para entrar en el área y fue derribado por Soriano. Sin embargo, Emaná dejó con vida al Lega mandando el penalti a las nubes.
El error evidenció dudas en los locales y les dejó tocados. El Lega empezó a tocar con paciencia y a tener más la posesión. En el 29’ llegó la mejor ocasión para el conjunto blanquiazul, con un centro pasado que Omar Ramos devolvió al corazón del área. Allí apareció Gabriel, que desde el área pequeña disparó al larguero. Incomprensible el error del brasileño.
La polémica, el ingrediente que faltaba, no se hizo esperar. En el 31’, Insua vio la roja directa por una serie de agarrones a Naranjo, que se plantaba solo ante Serantes. La expulsión no debió producirse ya que Naranjo inició la jugada controlando el balón con la mano. Error del colegiado. La primera parte murió con otra oportunidad para el propio Naranjo, que estrelló el balón en la misma escuadra con un disparo al que Serantes no llegaba.
La segunda parte careció de la intensidad de la primera y el conjunto de Garitano pudo respirar más tranquilo. A pesar de retirar a Szymanowski del campo con la expulsión para reestructurar al equipo, Garitano dio entrada a Albizua y Galarreta para aportar equilibrio y se notó. Emaná, que era el verdadero peligro, se fue apagando al igual que el físico del conjunto catalán.
Los pepineros no le perdieron la cara al partido. Sin especular y sin echarse atrás, pusieron en apuros al Nástic con varias ocasiones. En el 56’, un centro de Omar Ramos se envenenó y a punto estuvo de entrar, pero Reina se estiró a tiempo para desviar el balón. A pesar de tener algún que otro intento peligroso, con un lanzamiento de falta directa de Timor que se marchó fuera y un disparo flojo de Galarreta que detuvo Reina, fue el Nástic quien dispuso de las dos mejores ocasiones para llevarse el duelo. En los dos momentos apareció Serantes un día más. Primero salvó un cabezazo de Naranjo a la salida de un córner con una gran estirada. Después, en el descuento, aguantó bien la compostura y salvó un disparo a bocajarro de Palanca.
Así, después de medirse los dos equipos con menos derrotas del campeonato, se impuso la lógica y se llegó al final con 0-0. El empate deja al Lega muy reforzado, manteniendo la misma distancia de 4 puntos sobre el Nástic (3º) y con la diferencia de goles a favor. La primera de las cuatro finales que restan se disputará en Butarque frente al Huesca, próximo sábado a las 20:15.
