FÚTBOL. COPA DEL REY. VUELTA DE DIECISEISAVOS DE FINAL. El Club Deportivo Leganés certifica su pase a octavos de la Copa del Rey tras vencer al Valladolid en casa por 1-0 (3-1) en el global en un partido que el conjunto local dominó de principio a fin. Tito, que jugó por la lesión de Ezequiel y Siovas, marcó el tanto del triunfo en el minuto 32 de la primera parte.
El esquema del Club Deportivo Leganés, muy parecido al que presentó en el enfrentamiento de ida en Pucela, vino forzado por las lesiones de Siovas, Ezequiel Muñoz y Mauro Dos Santos, los cerrojos de la zaga pepinera. Con un 4-2-3-1 salió de inicio el conjunto de Asier Garitano, con Diego Rico y Bustinza de laterales y con Tito y Raúl García de centrales improvisados. Escoltando a la línea defensiva comenzaron los habituales Rubén Pérez y Gabriel Pires; seguir en esta competición y disputar los octavos de final en enero es una prioridad en Butarque, por lo que la victoria hoy debía pasar por la sala de máquinas del equipo. Un poco más adelantado jugó Javi Eraso para distribuir las ocasiones que concediera el Real Valladolid hacia las bandas, donde los encargados de hacer sufrir a los laterales blanquivioletas fueron José Naranjo y Nabil El Zhar. En punta esperaba Koné, que no tuvo demasiado protagonismo en sus primeros minutos de la temporada. En una noche marcada por la lluvia, la zona de juego parecía tender hacia la derecha, banda donde Rubén Pérez y El Zhar esperaban tener la oportunidad de hacer de las suyas.
La lluvia caía suave en el calentamiento previo al encuentro, donde la intensidad marcaba ya la importancia de la vuelta de dieciseisavos, donde ambos equipos estaban condenados a dar lo mejor para dejar atrás, al menos de momento, la racha de malos resultados que persigue en el mes de noviembre a ambos equipos.
El partido comenzaba con el balón en posesión del Valladolid, tocando atrás y sin poder pasar de centro del campo en los primeros compases del encuentro. El cuero, que circulaba muy rápido de banda a banda en los primeros minutos tenía un dueño, el Leganés, muy activo en la presión y en el toque. Cortita y al pie, sin complicaciones. Ser sensato puede valer un pase a octavos. La primera ocasión de peligro la tuvo Naranjo, que aprovechó el rechace de Koné para plantarse frente al portero entre los centrales en una carrera que quedó demasiado larga. Dos minutos después, un robo de Koné en área rival que se fue a las nubes. Lo importante era avisar; la ventaja en el marcador global y la condición de ‘Primera’ son factores claves que se suman a jugar en casa.
El equipo local se encontraba muy cómodo sobre el césped. Se atrevió con todo tipo de pases para sorprender a la línea defensiva rival, que intentaba adelantar líneas sin éxito. Seguía avisando el Leganés con un centro de El Zhar a Koné que paraba Becerra para enviar el balón a saque de esquina. La polémica llegó en el minuto 17 con una jugada que ha llevado por la calle de la amargura a los colegiados españoles; emulando la jugada de Messi, Naranjo disparó y la mala parada de Becerra desplaza el balón cerca de la línea de gol, aparentemente dentro, pero el árbitro del colegio andaluz no señaló nada. El fútbol español está reclamando tecnología de una vez.
En el 21, una asistencia de rabona de Gabriel a El Zhar fuerza un nuevo corner que no hace más que confirmar el dominio del equipo de Asier Garitano. Después de la primera llegada del Valladolid al área, en los primeros minutos, llegó la segunda internada en el minuto 32, con casi media hora de tranquilidad para Nereo Champagne. Justamente después, llegaba la justicia y el Leganés lograba el primer gol de la noche en un centro de falta de Gabriel que Tito empuja con la cabeza a la red. Eliminatoria muy encarrilada y recompensa a una primera mitad de intensidad que no bajó tras el tanto del lateral pepinero. El Valladolid tampoco se rendía y mejoró su juego vertical para intentar buscar un gol que le meta en la eliminatoria. El partido se iba al descanso prometiendo una segunda mitad de infarto.
Al comienzo de los siguientes cuarenta y cinco minutos, el planteamiento cambió de manera ligera con una mayor iniciativa del equipo pucelano y un Leganés algo más replegado, dispuesto a defender el 3-1 global como hiciera falta. El primer aviso del Valladolid llegó en el minuto 59 con un disparo fuerte y centrado que hace trabajar a Champagne para mandarla a córner. El partido, tan frío como la temperatura del Municipal de Butarque, necesitaba a la altura del 65’ algo que desequilibrara la calma que se había generado con el respeto que se tienen ambos equipos.
Los cambios del Valladolid pudieron ser el inicio de una media hora más intensa, cambiando a Cotán y Gionniotas por Iván Salvador y Mayoral, dos jugadores más volcados al ataque para intentar forzar, al menos, la prórroga. En el 68’, un balón visitante se estrellaba en la madera avisando al Leganés de que el Valladolid también es un equipo guerrillero. Una genial combinación entre El Zhar y Koné se salda con una falta de la defensa rival en la frontal del área, generando una brillante ocasión de peligro para botas como las de Gabriel Pires, que lanzó por encima del larguero. Después de una paz tensa, llegaban de nuevo las ocasiones de gol. La última bala en el cargador de Luis César fue Toni Villa, mientras que al mismo tiempo entraba Szymanowski para desequilibrar la banda izquierda en los últimos minutos. Finalizaba el partido con el único gol de Tito y el Leganés, superior en ambos partidos, pasando a la ronda de octavos de final donde equipos como Numancia, Real Madrid o Levante ya esperan.
