FÚTBOL. PRIMERA DIVISIÓN. JORNADA 17. El Club Deportivo Leganés empató en un partido sin goles en el Ciutat de València frente al Levante, que ya suma nueve empates en diecisiete jornadas que llevamos de Liga. Los pepineros, que no ganaban fuera de casa desde aquel 0-2 en Málaga en octubre, volvieron a puntuar lejos de Butarque, algo que se está convirtiendo en una Odisea para los jugadores de Garitano.
Más necesitado de puntos y brindar a su afición de los últimos puntos del año, el Levante llevó la iniciativa del encuentro. Con un 4-1-4-1, el poblado centro del campo desplegó en los primeros minutos un juego muy intenso, con presión constante y amagos de salida a las bandas, pero cuando no hay pólvora, tampoco se puede vender humo. El espejismo del dominio granota fue desapareciendo poco a poco. Las pocas ocasiones que tuvieron no fueron aprovechadas en ataque; Enes Uñal, que ejercía de punta anoche, no fue el puñal que necesitaba el equipo de Muñiz para mirar a la zona de peligro desde un escalón seguro.
Al Leganés le salieron caras las bajas. Con el 4-2-3-1 de siempre, recuperó a Mauro Dos Santos y Ezequiel Muñoz, pero la sombra de Dimitrios Siovas es alargada y eso se notó, sobre todo, en el perfil derecho de una defensa que resistió la embestida cuando fue necesario, pero que pagó con tarjetas amarillas el esfuerzo por no dejar pasar el balón. Gumbau entró en sustitución de Pires, y la baja de Alexander Szymanowski dio entrada a la dupla marroquí a las bandas. El Zhar y Amrabat fueron los mejores del equipo pero claro, tampoco hubo ayer pólvora en las botas de Beauvue.
Los locales arrancaron con demasiadas prisas y le metieron velocidad al partido, aunque el ritmo sin cabeza no suele aguantarse demasiado tiempo. Algunas internadas de Lukic, Uñal o Lerma intentaron intimidar al ‘Pichu’ Cuéllar, pero las ocasiones no hicieron trabajar demasiado al meta extremeño. En el ecuador del partido, el equipo blaquiazul entró en el partido gracias a las carreras incesantes de Amrabat, que hizo de pillo en la banda del novato Erik Cabaco, que jugaba ayer sus primeros minutos en Liga. Luego sería el marroquí quien pecara de imprudencia, pero antes tuvimos tiempo de ver un balón suyo rozando la madera; Eraso, con un balón que paró Oier y Beauvue, desaparecido ayer, con un gol anulado por un fuera de juego bastante dudoso, completaron la ofensiva pepinera en la primera parte. Comenzó el momento de dominio visitante y anularon en media hora a los extremos granotas, Jason y Morales, que dejaron de tocar el esférico.
En la segunda mitad fue El Zhar, que ya conoce el césped que pisó anoche, quien metió miedo desperdiciando un error de Luna que lo dejó solo contra Oier. Todo parecía a favor del Leganés hasta que, en el minuto 67, Nordin Amrabat fue amonestado con su segunda amarilla y se iba a las duchas casi media hora antes de finalizar el encuentro. Cierto es que Jaime Latre, árbitro del encuentro, castigó de manera desproporcionada un manotazo en un forcejeo de los tantos que se ven en un estadio de fútbol.
Con el mejor de los madrileños expulsado, el partido comenzó a tener acento valenciano. Raúl García entró en lugar de El Zhar y atrasó líneas para conseguir como fuera un punto que, después de la pérdida de un jugador, siempre sabe a suficiente. Guerrero entró por Beauvue, pero no fue trascendente en lo poco que quedaba de partido. Los últimos minutos fueron la lamentación de lo que pudo ser y no fue; un Leganés que dominaba hasta que perdió su mejor baza. El Levante, que tuvo en los primeros y últimos minutos la ocasión de dar la estocada y acabó escondiéndose en el burladero.
Un empate que no contenta a nadie y sabe bien a los dos, al mismo tiempo. Granotas y pepineros cierran un 2017 que, por el hecho de permanecer en Primera División, ya es un buen año. Ahora, un merecido aunque corto descanso para preparar los partidos de Copa que dan inicio al 2018. El Leganés termina el año con un partido menos que sus rivales directos – el aplazado contra el Real Madrid – y 21 puntos. De momento, una provisional octava plaza y a tres de Europa; el Villarreal, su rival en Copa del Rey, lleva 24 puntos. En enero esperan Real Sociedad, Betis, Alavés y Espanyol, jugando en casa contra vascos y catalanes. El primer mes de enero tiene oro en el calendario; empezar febrero con la salvación casi consumada puede ser una realidad. Solo tienen que hacer los deberes pendientes que quedan para estas semanas.
