La XXI Edición de la Carrera Popular Intercampus, organizada por la Universidad Carlos III de Madrid ha reunido este domingo a centenares de aficionados al ‘running’ de todas las edades en las pruebas de 5 y 10 kilómetros.
Desde las nueve de la mañana, decenas de corredores y corredoras daban sus primeras zancadas del día por la peatonal calle Madrid de Getafe. Era temprano, pero el sol ya apretaba. Iba a ser un buen día. La música sonaba más fuerte a cada paso. Las vallas y el arco de salida te indican el camino, que no tiene pérdida. Allí, centenares de participantes calentando antes del gran momento. Ya olía a spray anti-lesiones y a bebida energética mientras los contenedores se llenaban de todo tipo de artículos preparativos.
Faltan pocos minutos y es el momento de las fotografías y las risas. Este año, la organización facilitó la asistencia de una monitora de calentamientos que, a ritmo del mejor buen rollo, arrancó las primeras carcajadas de la mañana. Los más ansiosos comenzaron a ocupar las primeras líneas en el arco de salida y llegaron los rostros serios, concentrados, con alguna que otra gota de sudor, esperando el pistoletazo para soltar toda la tensión acumulada.
Este año, de Getafe a Leganés
Debido a la alternancia de la dirección de la carrera cada año, este 2019 era turno para el trayecto Getafe-Leganés, algo más duro que al contrario. Aunque el ecuador de la prueba coincide siempre con El Bercial, que este año beneficiaba a los participantes gracias al desnivel negativo en dirección Leganés, los últimos cuatro kilómetros hasta llegar a la Avenida de la Universidad «miran al cielo», tal y como fue descrito por el anfitrión de la prueba.
A su paso por El Bercial, donde se facilitaba avituallamiento líquido, los corredores se mostraban optimistas y transmitiendo mucha energía. Ya quedaba menos, y estaban disfrutando del trayecto. Con un equipo de música, la organización daba un último empujón en el tramo final.
Llegaron los primeros al Campus de Leganés con toda la ovación de los presentes. Said Aittadi fue el más rápido, con un tiempo de 31’11» que lo situaba en lo más alto del podio. Majida Maayouf, en 35’57», fue la primera mujer en cruzar la línea de meta. Pero todos fueron los héroes y heroínas en la mañana del domingo. Todos tuvieron algo que celebrar al cruzar el arco de llegada. Porque detrás de cada dorsal y cada fotografía hay una historia. Y eso es lo que hace este deporte, y esta carrera, sean tan especiales.