El martes se celebró en Butarque la III Gala ‘Sentimiento Pepinero’ y la cita tuvo lugar en uno de los lugares más exclusivos del feudo del Leganés: la Terraza VIP, resultado de una remodelación a la altura de un club que se va consolidando en la élite del fútbol español. La entidad dirigida de manera impecable por Victoria Pavón ha logrado la solvencia económica de un David futbolístico que ha mirado a Goliat a los ojos.
En medio de un fútbol de estrellas, la sencillez del Leganés siempre ha brillado sin necesidad de quilates
Es curioso porque entre la música, las risas, los homenajes y el servicio de catering uno podía pasear por la estancia y asomarse por los balcones de la terraza. Y desde uno de esos balcones, en la sombra de todos los focos, en los transitados vomitorios de Butarque, podían distinguirse los queridos puestos donde, semana sí y semana no, uno puede pedir un bocadillo de panceta. Sin abalorios.
En medio de un fútbol de estrellas, la sencillez del Leganés siempre ha brillado sin necesidad de quilates. Los pepineros han importado su espíritu de 2ªB a los focos de LaLiga. En ocasiones, esto no parece gustar demasiado en algún despacho. Por eso, la resistencia se torna complicada. Y aun así, se resiste. Otros clubes no han tenido la misma suerte y eso da valor a lo que el equipo logra jornada tras jornada.
Si Europa tiene que llegar, llegará. Pero el éxito del ‘Lega’ tiene que pasar antes por otros lares
No hay mejor motor de mejora que la autoxigencia. El Club Deportivo Leganés va de camino a su cuarta temporada consecutiva en Primera División y los objetivos, poco a poco, van siendo más ambiciosos. Pero el constante riesgo de mirar solo hacia delante es olvidar de dónde venimos. Los pequeños pasos marcan toda una vida, porque son los que construyen el camino. Si Europa tiene que llegar, llegará. Pero el éxito del ‘Lega’ tiene que pasar antes por otros lares. Jugadores como Silva, Braithwaite, Óscar u Omeruo, esenciales en la temporada pepinera, no son propiedad del club aunque en el caso del lateral, pronto se cerrará la compra. El objetivo tiene que pasar por ahí desde el principio. Europa no puede conquistarse sin jugadores.
La temporada se ha cerrado con 46 puntos y una meritoria 13ª plaza, superando los dos 17º puestos de las dos últimas campañas, marcando tres goles más y encajando ocho menos. Con esta subida en la clasificación, al Leganés le tocará más trozo del pastel de los derechos televisivos. Una cantidad de dinero para que los pepineros ganen músculo deportivo y para hacer de Butarque (y su Instalación Deportiva) un complejo cada vez más a la vanguardia del fútbol de élite.
Hacerse mayor ha provocado que muchos de los ‘decanos’ de nuestro fútbol miren a otro lado mientras su afición pasa frío, se moja, se deja la garganta y llora
Pero el crecimiento no solo significa progreso. También implica recordar constantemente la esencia que nos hace ser como somos. Todos hemos escuchado alguna vez una frase que gana sentido cuando van pasando los años: «Nunca te hagas mayor». Porque hacerse mayor implica abandonar la tierna inocencia frente a un mundo hostil. Porque hacerse mayor ha provocado que muchos de los ‘decanos’ de nuestro fútbol miren a otro lado mientras su afición pasa frío, se moja, se deja la garganta y llora. Cuando un club «se hace mayor», en sus estadios deja de notarse la pasión, el éxtasis de un gol y el reconocimiento a un equipo que siempre lo da todo. Parece una tontería pero, en muchos estadios, ya no huele a bocadillo.
Por eso, Lega, crece. Crece cuanto puedas. Pero nunca te hagas mayor. Nunca pierdas la infantil ilusión por haber cumplido un sueño. Vive cada visita a un estadio como si fuera la primera vez o como, si por el contrario, tal vez fuera la última ocasión. Lucha «por estos campos de España», que siempre tendrás a una afición «defendiendo tus colores».