Derrota, una más, del Club Deportivo Leganés. Los pepineros no aprovecharon sus ocasiones de la primera mitad y se encontraron con un gol del Granada que nunca pudieron remontar. Con este resultado, el Leganés lleva 2 puntos de 21 posibles.
Un mes y medio, 7 partidos, 630 minutos… Elijan lo que prefieran, el caso es que todo eso es lo que lleva el Leganés sin conseguir la victoria en Liga, y es el único de los veinte equipos que hasta ahora no la conoce. Los blanquiazules siguen colistas y sin resolver los numerosos errores que les han llevado hasta allí.
Delante se encontró un Granada que desde muy pronto demostró por qué ha empezado el campeonato en puestos europeos y es el mejor recién ascendido de la Liga en 5 años. Los andaluces empezaron muy fuertes desde el primer minuto, presionando muy arriba y haciendo circular rápido el balón hacia las bandas para hostigar a la defensa del Lega una y otra vez con centros laterales.
Con una volea muy desviada de Óscar en el 9’ el Leganés intentaba zafarse de un inicio adverso. La pelota, de todos modos, le quemaba en los pies a los pepineros, de modo que al principio tuvieron que conformarse con aguantar el chaparrón, para lo cual Siovas y Awaziem se mostraron especialmente hábiles.
Sin embargo, desde el minuto 20 las cosas se voltearon. Óscar robó muy arriba y la puso en bandeja a En-Nesyri; el marroquí se quedó completamente solo arriba, pero su tiro fue defectuoso y acabó por salir muy centrado. Casi a continuación, el Leganés estuvo a punto de marcar otra vez en un nuevo contraataque. Óscar, quién si no, centró desde la derecha para dejar a Braithwaite libre de marca, pero el danés tampoco pudo embocarla en condiciones.
Las sensaciones que ofrecía el partido eran contradictorias. En primer lugar, el Granada asediaba por momentos la portería de Soriano, pero las únicas claras habían sido del Lega. Y segundo, la impresión era la de que el Leganés no iba a gozar de muchas ocasiones para marcar, por lo que su falta de acierto le podía salir muy cara.
Y efectivamente, así ocurrió: el Granada mandó al fondo de las redes el primer disparo franco que tuvo, en el minuto 28. Omeruo no solo no consiguió imponerse a Soldado en un centro largo y vertical, sino que de hecho le acomodó el cuero al delantero en la frontal del área, después de rebotarle en la espalda. Soldado, muy inteligente, cedió atrás y Puertas introdujo el balón en la portería con mucha precisión, aprovechando que Soriano estaba fuera de sitio.
Un día más salían a relucir los errores habituales del Lega de este año: falta de acierto arriba y puntuales fallos defensivos atrás, que hacían del partido una verdadera montaña que superar. Para más inri, Rubén Pérez tenía que abandonar el campo en el minuto 35’ por lesión tras un encontronazo con Machís. En los últimos minutos el Lega buscó estirarse y dispuso de algunas llegadas, pero ninguna de ellas asustó a Rui Silva.
Reacción insuficiente tras el descanso
Pellegrino intentó dar un vuelco al partido al descanso con la incorporación de Arnaiz por Marc Navarro. Y ya fuera el cambio o la intención del Lega de dar otra imagen, lo cierto es que los pepineros asumieron un mayor protagonismo en el juego. Este protagonismo se materializó con un fuerte disparo de Jonathan Silva en el vértice del área. El portero no acertó a despejar y la dejó muerta en el área, pero el esférico, caprichoso, rebotó en un defensa y retornó convenientemente al guardameta.
El partido se rompía y cualquier cosa podía suceder. Literalmente cualquier cosa, como ese chut desde el centro del campo que a punto estuvo de sorprender a Soriano. Óscar respondió por partida doble: primero una falta que acabó centrada, después un tiro bastante desviado para culminar un contraataque. Fueron las dos últimas acciones de Óscar, que fue sustituido en el 71.
Los pepineros trataron de sacar un poco de orgullo, pero una vez más se chocaron de bruces con el árbitro. El defensa Martínez despejó un centro directamente con la mano, pero el VAR no quiso saber nada. Tal vez tenían en mente una mano de Omeruo en la primera parte que tampoco se pitó.
Los esfuerzos del Lega se apagaban impotentes en la fiesta de Granada, que se iba como líder de la clasificación a la espera del derbi madrileño. En el lado opuesto, un Leganés colista, gafado, desgraciado, limitado. Todavía queda mucha liga, pero el Leganés aún no ha demostrado que merezca un puesto mejor que el que ostenta.
