El entrenador del CD Leganés felicitó a sus jugadores tras su «justo» empate frente al Real Betis. No obstante, reconoció que «falta dar ese saltito de calidad hacia adelante» y así se vio en el 0-0 de este domingo.
Contento en líneas generales, pero con la sensación de que faltó una dosis más de «decisión». Así salió el técnico del CD Leganés, Javier Aguirre, al término del Leganés-Betis de la jornada 24 de LaLiga Santander (0-0), consciente de que «ofensivamente es donde estamos en deuda» de cara a la recta final del curso.
«Pensábamos que íbamos a tener nuestras oportunidades. Nos faltó un pelín de decisión, pero en cada partido te estás jugando la vida y todo el mundo está apretando», admitió ‘El Vasco’ tras un duelo en el que se mostró conocedor de que iba a tocar «sufrir sin balón». Habló de «trabajo y convicción» para lograr acabar con la sequía goleadora y tiró de estadística para hacer ver que este domingo «tiramos once veces y una sola fue a puerta».
El míster tiene claro dónde poner el énfasis en los entrenamientos de cara a un próximo duelo directo por la salvación contra el Celta de Vigo. «Nosotros defendemos mejor que atacamos. Nos falta dar ese saltito de calidad hacia adelante y le damos mayor porcentaje de trabajo a lo ofensivo. Lo defensivo lo tenemos más asimilado y ofensivamente es donde estamos en deuda para Vigo y lo que sigue», afirmó, recordando que hasta la última jornada «hay que ir siempre con la mentalidad de un equipo que se juega el descenso y se juega la vida«.
También admitió Aguirre que le «gustó» el Lega de la primera parte, pero a partir de que se cumpliera la primera hora de juego «fue un ida y vuelta que no nos interesaba mucho». «El empate creo que es justo», zanjó.
En cuanto a la polémica arbitral sobre el final del encuentro señalado en un ataque prometedor que cayó en los pies de Braithwaite, el azteca volvió a mostrarse como una de las caras más comprensivas del campeonato. «Yo si soy árbitro hago lo mismo», comentó, bromeando con que así consigue evitarse problemas y con su propia actitud en el área técnica, la cual tachó de «ejemplar» gracias al trabajo en casa con su mujer.
Su caballerosidad permaneció intacta al abordar la expulsión de Borja Iglesias en el último minuto de juego tras un rifirrafe con su banquillo, que el propio Javier Aguirre relató desde su posición. «No vi nada. De repente vi a uno de los míos en el piso y el árbitro sacó la roja. Luego fui con Borja y lo saludé, tampoco quiero darle más importancia que la que tiene», culminó, echándole un capote al futbolista bético.