El Hospital Severo Ochoa ha probado una cabina de aislamiento que da mayor agilidad a los sanitarios para poder hacer PCR sin necesidad de contacto.
A la hora de realizar PCR, los sanitarios se encuentran expuestos en una pequeña medida en tanto que deben quitarse el EPI cada vez que se realiza entre paciente y paciente. Para poder preservar la seguridad del personal sanitario se han creado unas cabinas flexibles y de fácil montaje con las que poder aislar al paciente haciendo que no sea necesario el contacto directo para realizar la prueba.
Se trata de una cabina realizada por Quixote Innovation tras una visita al Hospital Severo Ochoa de Leganés donde la fundación colabora en la entrega de mascarillas y pantallas junto a COVID Makers. Allí la entidad vio las necesidades que las cabinas actuales no cumplen como el fácil montaje y desmontaje y la adaptación a todo tipo de estaturas.
La cabina está realizada por materiales que apenas pesan y un sistema que no necesita de herramientas para su montaje por lo que podría ser instalada no solo en hospitales sino como tiendas de campaña para hacer pruebas en cualquier punto. Con ella se otorga una mayor agilidad a la hora de hacer los PCR ya que los sanitarios ahorran tiempo al no tener que quitarse los EPIS y el hospital dinero al no tener que desechar tantos.
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El diseño ha sido donado, tal y como ha contado el fundador de Quixote Innovation en Onda Cero, a una empresa para que se pueda hacer de forma masiva. «La cosa es hacer que sean rápidas y muy baratas y que puedan ser igual de funcionales que las cabinas existentes», asegura el fundador quien está contento de poder decir que su diseño funciona y cumple las necesidades de los sanitarios. Por ahora, se ha implantado en el Hospital Severo Ochoa.