La investigación muestra cómo se informan estos estudiantes (de entre 11 y 16 años) y cómo se enfrentan a la desinformación, entre otros factores. “Un titular falso sobre la Covid-19 fue identificado como un bulo por el 58,8% de los estudiantes, mientras que el 51,8% dio por verdadero un titular que contenía un bulo sobre inmigración”, señala una de las autoras del estudio, Eva Herrero, que ha publicado este trabajo en la revista científica Comunicar junto a Leonardo La Rosa, ambos del Departamento de Comunicación de la UC3M.
En cuanto a la discriminación entre géneros periodísticos, el 92,1% dice que es capaz de distinguir entre información y opinión, pero los investigadores han comprobado que un 64,4% confunde una pieza de opinión con un texto informativo. En relación a las plataformas preferidas para informarse, la mayoría lo hace a través de las redes sociales (55,5%), la televisión (29,1%) y sus grupos de familia y amigos (7,9%), por delante de los periódicos digitales (6,5%) o la radio (1%).
Los investigadores han estudiado cómo se enfrentan los adolescentes a los medios de comunicación desde un enfoque mixto. En primer lugar, han llevado a cabo un análisis cuantitativo, encuestando a más de 1600 estudiantes de la ESO de centros públicos de España. En segundo lugar, se han realizado más de 75 entrevistas en profundidad a docentes de este nivel de enseñanza. Según el profesorado de estos centros, existe entre los estudiantes un consumo mediático caracterizado por el uso intensivo y acrítico de determinados medios audiovisuales y digitales como Tik Tok, Instagram o Youtube.
Tras las entrevistas realizadas a los docentes, la mayoría del profesorado de secundaria señaló la oportunidad de introducir en los planes de estudio contenidos relacionados con el funcionamiento de los medios de comunicación. En este sentido, han detectado que cuando trabajan con el alumnado en el aula en temas relacionados con los contenidos que consumen en sus redes sociales, la motivación y la atención por parte de los estudiantes es mayor.
Esta investigación, realizada con el apoyo de una Beca Leonardo a Investigadores y Creadores Culturales de la Fundación BBVA, pone en evidencia que la alfabetización mediática e informacional sigue siendo una asignatura pendiente en los planes de estudio de secundaria.