En los últimos años, la importancia de la salud mental ha ganado peso y se ha convertido en una prioridad a nivel médico y social. Esta tendencia se ha visto especialmente impulsada por la pandemia ya que, en un contexto internacional, se estima que la crisis sanitaria fue un aliciente que aumentó en un 25% trastornos como la ansiedad y la depresión. Por otro lado, también preocupan cuestiones como la alta tasa de suicidio entre los jóvenes, que en España se sitúa como la segunda causa de muerte entre las personas entre los 15 y los 29 años. Además, según la Confederación Salud Mental España 1 de cada 4 personas tiene o tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida.
En esta línea, cabe destacar que diversos estudios apuntan que las enfermedades mentales serán la primera causa de discapacidad de cara al 2030. Estas alarmantes previsiones denotan la importancia de que las instituciones tomen medidas que ayuden a reducir los riesgos de no contar con una buena salud mental. Bajo este pretexto, el pasado año el Gobierno puso en marcha un Plan de Acción de Salud Mental 2021-2024 que contempla una dotación presupuestaria de 100M€. Entre las medidas más aplaudidas destaca la creación de un teléfono de atención a la conducta suicida activo 24h, (024) la firme apuesta por el impulso de la formación en salud mental, realización de campañas de concienciación y visibilidad y la incorporación de la especialidad de psiquiatría infantil a la formación sanitaria especializada.
Si bien estas medidas son necesarias, muchas veces no son suficientes para reducir los problemas de salud mental existentes. Deusto Salud, centro de formación especializado en salud y bienestar, apunta que dedicarse tiempo a uno mismo es imprescindible para crear entornos agradables y estables que contribuyan a una buena salud mental. Para saber exactamente cómo podemos cuidar de nosotros mismos con pequeños detalles y rutinas desde Deusto Salud comparten una guía de recomendaciones clave:
● Realizar ejercicio físico y técnicas de relajación. La psicóloga y profesora de Deusto Salud, Eva Soto, afirma que “la mejor forma de proteger nuestro bienestar es trabajar en la prevención. La actividad física moderada, los ejercicios de la respiración y de concentración que proponen el yoga o el mindfulness son recursos muy sencillos que cualquiera puede integrar”. A grandes rasgos, consiste en trabajar el cuerpo para estimular el cerebro y reducir los niveles de estrés y ansiedad.
● Mantener unos hábitos saludables. Existe una correlación directa entre cuestiones como la alimentación o las horas de sueño y la salud mental. La enfermera y ponente habitual de Deusto Salud, Isabel Portillo, explica que “hay que dejar atrás hábitos nocivos. Comer de manera saludable, hacer ejercicios y dormir correctamente, resulta fundamental para disfrutar de bienestar emocional”. Se trata de crear un entorno que contribuya a obtener una estabilidad mental y no provoque desequilibrios emocionales. “Yo aconsejo a todo el mundo librarse de ataduras, es decir, focalizarnos en aquellos proyectos, trabajo, planes y aquellas personas que nos aportan luz y paz a nuestra vida y que nos hacen crecer” añade Portillo.
● Autocuidarse. El cuidado del propio bienestar emocional debe ser una prioridad. Mireya García, nutricionista y profesora de Deusto Salud, apunta que “es importante practicar el autocuidado y dedicar tiempo a hacer cosas que nos ayuden a mejorar nuestra salud física y mental”. La experta también destaca lo útil que resulta recurrir a profesionales para pedir ayuda. “Debemos educar a las personas para que recurran a un psicólogo cuando tienen un problema” afirma.