En 1999 Leganés llegó a Europa y lo hizo de la mano de Lydia Rodríguez, una joven cantante de 19 años que cumplió el sueño de cualquier artista de la música: ir a Eurovisión. Mamando la música desde jovencita al haber nacido en una familia de músicos, su sueño no podía ser otro y tenía madera.
Ya a los 16 años lo demostró grabando su primer disco en la productora en la que se encontraba su hermano, Fernando, con una canción dedicada a Alejandro Sanz que fue, precisamente, la responsable de su proyección. Y es que las ventas se dispararon y el propio Sanz le hizo entrega del disco de oro aunque las ventas no frenaron y llegaron a las 130.000 consiguiendo el platino y obteniendo el premio a artista revelación.
Dos años después, en 1998, publica su segundo álbum, «100 veces al día» que superó las 50.000 copias. En medio del éxito, la artista pepinera fue seleccionada para representar a España en el festival de Eurovisión de 1999 celebrado en Jerusalén y lo hizo con su tema de desamor «No quiero escuchar», compuesta por su hermano, con una sencilla puesta en escena luciendo un vestido colorido de Ágatha Ruiz de la Prada que recibió duras críticas por desentonar con esta bonita balada que partía como tercera favorita.
Sea como fuere, España obtuvo en aquella edición un único punto quedando última. A pesar de todo, Lydia no ha renegado de su papel y el pasado mes de mayo de 2022 en el programa ‘Obrim Fil’ de RTVE reconoció sentirse orgullosa de haber podido representar al país: «Al fin y al cabo, quieran o no, en el año 1999 a Eurovisión fui yo y eso quedará para la historia y es muy bonito para una artista«.
Y es que, tras su paso por el festival, Lydia ha confesado que le hubiera gustado poder hablar de ello en un programa de televisión pero, lejos de pasar página, recuerda que «mi compañía discográfica me escondió y estuve como cinco años sin sacar ningún disco». Aunque sí sacó un sencillo «Si no me pides la vida» que superó las 30.000 copias vendidas. Y es que ella demostró que hay vida después de Eurovisión.
Tras ello le llegó la oportunidad de interpretar a Magdalena en el musical Jesucristo superstar siglo XXI con gran éxito. Además, se sumó al grupo ‘Presuntos implicados’ después de la salida de Sole Giménez, en 2008, aunque no era la primera vez que trabajaba con Nacho Maño y Juan Luis Jiménez pues fueron quienes la produjeron su segundo disco. Su paso por el grupo tuvo un gran éxito en Latinoamérica aunque no en España «y es que los cambios de cantante no terminan de cuadrar», explicaba en ‘Obrim Fil’.
Después de la disolución del trío, Lydia volvió como solista en 2019 con ‘Mentiras’, y el 2021 lanzó su trabajo ‘El vórtice del tiempo’. Actualmente, compagina su carrera musical con su proyecto TheQueensofthe90s junto a Ku Minerva, Rebeca, Marian Dacal y Vanadiss, con la docencia y es profesora en varias academias de música, una de ellas ubicada en Leganés y es que, igual que de Eurovisión, no reniega de sus orígenes.