La vivienda es uno de los temas que más preocupa a la sociedad en estos momentos. El aumento de los precios de la vivienda ante la falta de subida de los sueldos medios está imposibilitando el acceso a gran parte de la sociedad. La edad de emancipación cada vez es más alta y las situaciones de emergencia habitacional provocadas por desahucios o violencia se siguen sucediendo.
Ante esto, la PAH ha reunido a los partidos políticos que han querido acudir para debatir sobre las soluciones que presentan para la vivienda. Con la sonada ausencia del PSOE y Ciudadanos, ahora en Gobierno, y del PP, los candidatos de Leganemos, ULEG, Más Madrid, Izquierda Unida y Podemos pusieron sus ideas sobre la mesa.
Todos los partidos coincidieron en una medida: comprar viviendas de segunda mano a través de EMSULE para rehabilitarlas y devolverlas al mercado en regimen de alquiler, teniendo prioridad el alquiler social. Y es que, todos señalaron la importancia de aumentar el parque de viviendas en alquiler evitando los ghettos.
Además, coincidieron en reforzar el papel de EMSULE en coordinación con Servicios Sociales para facilitar vivienda social. Todos los candidatos señalaron la «inutilidad» de la empresa pública durante la última década y la necesidad de que deje de ser una «agencia de colocación».
El motivo de discrepancia fue la creación de vivienda y la venta. IU proponía una moratoria en la construcción y que desde el Ayuntamiento solo se hagan viviendas en alquiler sin opción a compra «porque podrían venderse y formar parte de nuevo de esa rueda especulativa». Algo de lo que discrepaba Leganemos quien recordaba el derecho de tanteo del Ayuntamiento a comprar las viviendas construidas si sus propietarios la ponen en venta.
Finalmente, todos los partidos coincidieron también en crear una mesa de trabajo de la vivienda durante la próxima legislatura en la que estén presentes los agentes sociales como la PAH. Una forma, aseguran, de estar pegados a la realidad del mercado de la vivienda.
La realidad de la okupación
Gran parte del auditorio vivía otra realidad y algunos se atrevían a lanzar sus testimonios: un padre y su hijo de 6 años viven en un piso con una hipoteca de mil euros y un sueldo de 1.200€; una madre con sus dos hijas viven en una habitación por 400€ «y no puedo trabajar porque no puedo dejar a mis hijas solas con los hombres con quienes comparto piso»; o una familia cuyo padre desesperado suplicaba ayuda ante un inminente desahucio en junio.
«Muchos de los que están aquí están okupando casas de bancos por necesidad. No les queda otra. Y desde la PAH negociamos con la SAREB para poder darles un alquiler social con condiciones que puedan pagar y los conseguimos, ¿eso no lo puede hacer el Ayuntamiento que tiene más peso que una plataforma?», se preguntaba Feli, miembro de la PAH. Una pregunta a la que todos los que estaban en la mesa contestaban afirmativamente.
También entre el público se encontraba un joven que, aun con trabajo, no podía acceder a la vivienda por falta de papeles que aún están en trámite: «Duermo en una sala, que si no me quieren abrir la puerta duermo en la calle. Trabajo pero cuando me ven que no tengo papeles, adiós trabajo. Sin ellos no puedo hacer nada, ¿qué solución hay para mi?». Ante esto, Leganemos recordó el programa Housing First, mientras que IU apostó por el albergue.
