Corría el mes de marzo del año 2000 cuando Leganés acaparó las miradas del mundo del rock. El municipio reunió a alrededor de mil personas en las proximidades de La Cubierta en un día con las emociones a flor de piel. Todos querían presenciar un hito sin precedentes en la ciudad: la visita de los hermanos Young. El viaje tenía un significado muy especial, y es que AC/DC desvelaban la placa de su primera calle.
La amenaza de lluvia no impidió el baño de masas que se dieron los protagonistas. Frente a ellos, fans desatados y medios de comunicación que iluminaron el acontecimiento con sus flashes, tal y como apareció en el diario El País. Muchos de los allí congregados pudieron llevarse su particular recuerdo de Angus y Malcolm Young, que durante aquella mañana se gustaron ante las cámaras y dejaron autógrafos en guitarras, discos o cazadoras. Ambos incluso dejaron algún chascarrillo frente a las cámaras con el Alcalde de Leganés.
La decisión del Ayuntamiento que encabezaba por aquel entonces el socialista José Luis Pérez Ráez tuvo un tremendo impacto mediático y encontró su mayor pretexto en la renovada Plaza de Toros La Cubierta de Leganés. La Calle AC/DC se colocó de manera estudiada en el entorno de un escenario que había acogido numerosos conciertos de figuras del rock como Marylin Manson, Deep Purple o Mike Oldfield. En vista del gran éxito, los dirigentes ya anunciaron que posiblemente no fuera la única vía leganense dedicada a un grupo o a un artista, como luego sucedió.
Robos en busca de solución
La expectación generada provocó colapsos en el teléfono de atención ciudadana 010 en los días previos. Tales fueron las ilusiones que los periódicos de la época mostraron incluso las solicitudes de algunas personas de hacerse con una vivienda en sus proximidades.
El fenómeno fan ni mucho menos mermó cuando se descubrió la placa con la presencia de los mismísimos fundadores de AC/DC. La aplaudida obra duró solo unas horas colgada. Antes de llegar la noche de ese 22 de marzo, el cartel ya había sufrido su primer robo. El rótulo se repuso con rapidez en la fachada, casi con la misma con la que volvió a ser sustraida en varias ocasiones más.
Se convirtió en un quebradero de cabeza para los ediles del Ayuntamiento de Leganés, que en pleno 2020 todavía conservan cierta esencia de aquel gobierno. «Es una tontería ponerla si la quitan cada dos por tres», señalaba en el año 2000 un Santiago Llorente, entonces Concejal de Seguridad Ciudadana. El actual Alcalde al final optó por cambiar la ubicación unos metros más hacia arriba, lo que mitigó la oleada de asaltos.
Como curiosidad, el encargado de contactar con los artistas a comienzos de milenio fue Javier Márquez, Concejal de Cultura en el 2000 y Concejal de Obras e Infraestructuras en el 2020. El gran resultado de la negociación aceleró los reconocimientos que se sucedieron a la postre.
Una iniciativa rompedora y repetida
La Calle AC/DC en Leganés fue pionera a nivel mundial. No era nada habitual realizar homenajes de semejante calado a nombres de la música y prueba de ello es que el anterior precedente en España fue la inauguración del Paseo de John Lennon de Madrid a comienzos de los 80. Pero a tenor de las masas que arrastró el dúo australiano, ¿por qué no seguir aprovechando el tirón?
Teniendo en cuenta el gusto por apropiarse de la placa de AC/DC a toda costa, el Ayuntamiento de Leganés sacó a la venta una primera hornada de réplicas a modo de souvenir. Las primeras se vendieron a un precio de 3.500 pesetas, como recogía el diario El Mundo. La producción tuvo que ir a más debido a la demanda y la primera veintena que salió al mercado con el escudo de la ciudad de Leganés, acabó multiplicándose. Muchos rockeros fanáticos de la banda aún la conservan.
Este mismo procedimiento se repitió para bautizar otras calles colindantes en el recinto ferial. Leganés puede presumir de adoptar en sus fachadas los nombres de grandes representantes del rock español (Rosendo) y más del rock internacional (Scorpions). La medida incluso traspasa géneros, y es que unos metros más allá los leganenses pueden transitar por la Avenida Joan Manuel Serrat.
Símbolo del Siglo XXI
Pretendía atraer a los amantes de la música en un acto de celebración y ha acabado convirtiéndose en seña de identidad de la ciudad. La Calle AC/DC puede contar historias de aglomeraciones, miles de fotografías, hurtos y también películas.
Esta peculiar localización ha servido de inspiración para llevar a cabo una de las producciones más emblemáticas de los humoristas Santiago Segura y Florentino Fernández. ‘Isi/Disi: Amor a lo bestia’ e ‘Isi/Disi: Alto voltaje’ fueron dos películas grabadas con la placa de AC/DC como protagonistas en gran parte en el municipio pocos años después del ‘boom’ de la calle.
Como el rayo del logo, Leganés saltó a la fama. Veinte años más tarde, este rincón de La Cubierta es una de las paradas indispensables para el público rockero por lo que el Ayuntamiento renovará la placa con motivo del 50 aniversario de la banda.