Después de décadas de peticiones por parte de Leganés y otros grandes municipios, la Comunidad de Madrid ha aprovechado la caducidad del contrato de gestión de la red de interurbanos para anunciar un rediseño de la red. Algo que lleva meses negociándose con todos los Ayuntamientos para hacer de la red algo más eficiente.
Hoy la Comunidad de Madrid ha iniciado los trámites para la renovación de todas las concesiones de las líneas de autobús interurbanos de la región, que contará con una inversión de 7.000 millones de euros para los próximos diez años, convirtiéndose en uno de los contratos más importantes de Europa en esta materia.
Aún queda tiempo para cerrar los flecos de este rediseño, y es que, tal y como ha anunciado el consejero, Jorge Rodrigo, los anteproyectos definitivos se cerrarán el próximo 4 de julio. Ese día habrá una reunión entre el consejero y el Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid para cerrar flecos.
“Si pensamos que las líneas actuales recorren más de 22.000 kilómetros y cuentan con 22.500 paradas, es fácil intuir el gigantesco proyecto que se está confeccionando para mejorar una de las redes de autobuses más importantes de España. Asimismo, esta actuación implica que todos los vehículos serán accesibles con un porcentaje creciente de motores que estarán impulsados por energías limpias”, ha destacado Rodrigo.
Ampliación de los métodos de pago
Pero este nuevo contrato no solo supondrá un rediseño de las líneas. También, ha avanzado el consejero, “va a suponer un gran avance en cuanto a la movilidad de los casi 300 millones de madrileños que utilizan este servicio”. Entre sus principales ventajas, ampliará los medios de pago disponibles, permitiendo la validación con tarjeta bancaria.
De esta forma, se desarrollará en la misma línea que ya lo está haciendo la red de Metro de Madrid. Y es que la instalación de los nuevos tornos permitirán que en un futuro próximo los usuarios puedan pagar directamente con la tarjeta de crédito o su propio móvil.