Llegó el día. El CD Leganés ha acudido este domingo al Coliseum Alfonso Pérez a disputar el gran derbi del sur de Madrid. La afición pepinera ha arropado a los suyos ya desde la salida del autobús desde Leganés y una vez en el estadio municipio vecino donde la rivalidad histórica se respiraba junto a un ambiente de fiesta.
En el césped la concentración era máxima. Los de Borja Jiménez se han medido a un Getafe con Bordalás sancionado que daba instrucciones a su segundo desde el pinganillo. «Es ellos o nosotros, vamos a dejarnos la vida para que los nuestros se vayan a casa felices. No esperamos a nada, desde la primera jugada vamos a por ellos«, decía Sergio González en su arenga en los vestuarios.
Aunque ya en juego, los pepineros tardaron en entrar en calor. Y tras unos minutos en los que el Getafe tenía la batuta, Juan Cruz primero y Munir después firmaban dos ocasiones claras que se quedaban fuera. Tras ello el Getafe asustaba también con un tiro al palo. Pero no fue hasta el segundo tiempo que no hubo el primer gol.
A balón parado, Jorge Saénz remataba desde el área un tiro de falta que se estrellaba en la red haciendo rugir a la afición del CD Leganés. Los pepineros se imponían pero no dudaría mucho. Tan solo unos minutos después el propio Saénz cometía un penalti claro (y muy evitable) a Diego Rico que Borja Mayoral se encargaba de convertir.
Desde ahí comenzaba una lucha por volver a romper el empate del marcador pero ninguno de los dos volvió a tener una ocasión clara. Ninguno de los dos pudo marcar y el Derbi histórico se cerraba con un reparto de puntos que convencía más al CD Leganés.