El “Roscón de Reyes” es el rey de los postres y el más consumido en las fechas navideñas, los escaparates de las pastelerías madrileñas se inundan y se decoran con este postre estrella. Este año 2024 se ha apreciado la desestacionalización de este producto, que ha hecho que desde noviembre ya esté presente en los obradores madrileños.
Las más de 600 pastelerías artesanas de la Comunidad de Madrid venderán en estas fiestas, dos millones novecientos mil “Roscones”, según estimación de la Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelería y Panadería de Madrid (ASEMPAS) que preside Jonatan Yagüe Gallardo.
La adaptación a las nuevas tendencias de consumo sigue provocando en la pastelería artesana madrileña la venta de “medidas más pequeñas” para adecuarse a todo tipo de familias, así las piezas de 500 gramos son las protagonistas, la reducción en la proporción de azúcar empleada, y la elaboración de variedades para la población con intolerancias (sin gluten, sin lactosa).
Continúa la tendencia del consumidor por adquirir el roscón elaborado artesanalmente (sin conservantes, ni otros añadidos) y consumido horas después de su elaboración y su compra, lo que viene a significar que cada día se demande más lo artesano y de mejor calidad.
¿Qué rellenos de roscón de Reyes son los más pedidos?
Y la tendencia con los nuevos diseños en los roscones bañados, principalmente de versiones con chocolates. Si ya durante la pasada campaña se advertía que una de las características más apreciadas del consumo de éste dulce navideño eran los rellenos, el reciente estudio realizado por “Amazon Fresh” y elaborado por Ipsos Digital destaca como una de las principales conclusiones en lo referido al sabor del roscón, indica que el 57 % de la población lo prefiere relleno con nata o trufa.
También a principios de año “Uber Eats”, nos presentaba en su estudio de tendencias, que siete de cada diez usuarios se inclinan por el relleno de nata como su preferido, y a la pregunta sobre si acostumbran a hacer cola para comprar el roscón, según las respuestas de los encuestados, tres de cada diez esperan al menos 30 minutos de cola para llevarse el suyo.