La Policía Local de Leganés ha intensificado su lucha contra la venta ambulante ilegal y la comercialización de productos falsificados. En su última actuación, llevada a cabo este viernes durante el mercadillo semanal de Leganés, los agentes requisaron varios bolsos que imitaban marcas de lujo y se vendían como auténticos.
Este tipo de intervenciones forman parte de una campaña contra el comercio ilegal que afecta tanto a la economía local como a la seguridad ciudadana. Durante la actuación, se identificaron puestos que ofrecían imitaciones sin control de calidad ni garantía alguna, algo que pone en riesgo al consumidor y alimenta la economía sumergida.
Incautación de bolsos falsificados
A través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), la Policía Local de Leganés compartió imágenes de los bolsos incautados. Según explican, estos productos simulaban pertenecer a conocidas firmas de moda, como parte de un patrón detectado en mercadillos y ferias.
Llamamiento a la ciudadanía: evita comprar falsificaciones
Desde el cuerpo policial se ha hecho un llamamiento a la responsabilidad ciudadana, recordando que la compra de productos falsificados es sancionable. Tanto el vendedor como el comprador pueden enfrentarse a multas, y el uso de este tipo de artículos conlleva riesgos como materiales tóxicos o defectos peligrosos para la salud.
Aumento de la venta ambulante sin licencia en eventos públicos
El crecimiento de este fenómeno no se limita al mercadillo. Durante el concurso de estatuas humanas de Leganés, celebrado el pasado sábado, se vieron al menos cuatro puestos ilegales instalados frente a las actuaciones, incluso en presencia de agentes de la Policía Nacional sin ninguna intervención.
Leganés refuerza la vigilancia contra falsificaciones y comercio ilegal
Con estas acciones, el Ayuntamiento de Leganés y las fuerzas de seguridad buscan proteger tanto a los consumidores como al comercio local. Además, se recuerda a la ciudadanía la importancia de denunciar cualquier punto de venta sospechoso. La colaboración vecinal es esencial para erradicar una práctica que perjudica al pequeño comercio, pone en riesgo al comprador y favorece redes de distribución ilegales.