El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la condena a 10 meses de prisión para un joven de 24 años por un delito de violencia de género cometido en Leganés contra su pareja. El caso fue instruido por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº1 de Leganés y posteriormente enjuiciado por la Audiencia Provincial de Madrid.
Golpes durante una discusión en el coche
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 16 de julio de 2023, cuando el condenado agredió a su pareja mientras conducía hacia Leganés. La discusión derivó en varios golpes que provocaron en la víctima una contusión facial y costal y una herida en el labio superior, lesiones que necesitaron asistencia médica.
El tribunal considera probado que la agresión fue intencionada y descarta la versión del acusado, que alegó haber dado un manotazo “sin querer” para defenderse. Según la sentencia, las lesiones son plurales y se produjeron en varias partes del cuerpo, lo que refleja una clara voluntad de maltrato.
Reincidencia y agravante
El joven ya había sido condenado previamente por violencia de género contra la misma mujer y por quebrantamiento de condena. Por ello, el TSJM aprecia la agravante de reincidencia, aumentando la gravedad de la pena.
La condena incluye:
- 10 meses de prisión.
- Prohibición de tenencia de armas durante dos años y un día.
- Orden de alejamiento de 500 metros y prohibición de comunicación con la víctima durante un año y 10 meses.
- Inhabilitación para sufragio pasivo mientras dure la condena.
Absolución por agresión sexual
Inicialmente, el procesado también estaba acusado de un delito de agresión sexual. Sin embargo, el tribunal lo absolvió aplicando el principio in dubio pro reo: la víctima se retractó en el juicio de sus primeras declaraciones, intentando incluso retirar la denuncia, y los testimonios de los testigos no fueron concluyentes.
Un caso que refleja el ciclo de la violencia machista
El fallo recuerda que los delitos de violencia de género son delitos públicos y se persiguen de oficio, aunque la víctima retire la denuncia. Este caso refleja un patrón de violencia continuada: reincidencia, convivencia con la víctima y contradicciones en las declaraciones fruto de la vulnerabilidad y la dependencia emocional.
Con esta decisión, el TSJM cierra la vía de apelación y deja firme la condena contra el agresor.