Metro de Madrid pone en marcha una actualización tecnológica clave en la Línea 11 con la implantación de un nuevo sistema de supervisión y control remoto de instalaciones (SCADA). Este salto digital, que ya se está desplegando en esta línea, permitirá gestionar en tiempo real casi todos los elementos de cada estación para mejorar la operatividad diaria, la seguridad y las tareas de mantenimiento.
La inversión asciende a 2,24 millones de euros, cofinanciados en un 40% con fondos europeos FEDER 2021-2027. Esta primera fase se estrena en la Línea 11, que se encuentra en plena transformación y ampliación, y se extenderá progresivamente al resto de la red madrileña.
Control en tiempo real desde un único sistema
El nuevo sistema, denominado SACE, centraliza la monitorización de infraestructuras esenciales del metro: tornos, máquinas de venta, escaleras mecánicas, ascensores, iluminación, ventilación, equipos de extinción, cámaras de seguridad y paneles informativos, entre otras instalaciones.
Hasta ahora, parte de estos elementos dependían de plataformas distintas, algo que complicaba las tareas de seguimiento. Con SACE, Metro unifica el Telemando de Control de Estaciones (TCE) y el SCADA del centro de mantenimiento (COMMIT), lo que permitirá identificar fallos antes de que afecten al servicio y activar mantenimiento preventivo de forma más ágil.
Desde la compañía aseguran que este cambio en la arquitectura tecnológica encaja en su modelo “Smart Metro” o “Estación 4.0”, y que traerá “beneficios operativos y financieros claros”, reducción de costes y una gestión más flexible para incorporar futuras estaciones y ampliaciones.
Camino hacia líneas más automatizadas
El nuevo sistema nace preparado para extenderse al resto de líneas, incluidas las nuevas ampliaciones y la futura Línea 6 automática en la que ya trabaja el suburbano. Metro subraya que esta modernización incrementará la fiabilidad del servicio y la eficiencia de las operaciones.
La mejora llega en un momento de alta presión sobre el transporte público madrileño y con la L11 en pleno proceso de expansión, convertida en uno de los grandes proyectos estratégicos del Gobierno regional. Ahora, queda ver cómo se traduce este impulso digital en el día a día de los viajeros: menos averías, más rapidez en la respuesta y una red mejor preparada para el futuro.





