Leganés vuelve a tropezar en Butarque. Y esta vez, dejando más dudas que nunca. Los pepineros comenzaron con energía y gol tempranero, pero volvieron a desinflarse y cayeron 1-2 ante un Burgos que supo sufrir, esperar su momento y rematar el trabajo con una seriedad que el Lega no tuvo.
El arranque parecía un soplo de aire fresco. Apenas se había sentado la grada cuando un error de Aitor Córdoba lo aprovechó Álex Millán para adelantar al Leganés en el 6’. Zarpazo, ventaja y sensación de control. Pero solo duró dos minutos: Fer Niño empató tras una larga revisión de VAR que acabó validando un disparo por bajo imposible para Soriano.
Un Leganés con buenas intenciones… pero sin colmillo
El gol tempranero no hundió al Lega, que volvió a ir a por el partido. Juan Cruz, con un doble sombrero de videoconsola en el área, rozó el gol, y Millán también lo intentó. Pero ni la insistencia ni los córners —ocho en la primera parte— dieron premio.
Y cuando perdonas, lo pagas. En el añadido del primer tiempo, David González ganó un cabezazo en un córner y asistió a Atienza, que solo bajo palos puso el 1-2. Gol psicológico y miradas de frustración en Butarque.
Segunda parte plana y sin ideas
La segunda mitad arrancó con el empuje de Duk y un cambio ofensivo de Paco López: dentro Miguel de la Fuente por Ignasi Miquel, con Rubén Peña incluso bajando a central. Pero cuanto más avanzaban los minutos, más sólido y cómodo se veía al Burgos. A Fer Niño solo le faltó un palmo para hacer el tercero, y David González marcó de nuevo… aunque anulado por fuera de juego.
El Leganés buscó, sí, pero sin claridad, sin mecanismos y sin esa chispa que exige la categoría. Los cambios no alteraron la dinámica. No hubo reacción real. Y eso duele más que el resultado.
Paco López: “Pésimo partido”
El técnico no se escondió: “Estamos muy decepcionados… No hemos respetado las posiciones ofensivas ni lo trabajado en la semana. Pésimo partido”.
Crisis de identidad y urgencia en Leganés
El Leganés se queda con 15 puntos y una sensación incómoda: falta fútbol, falta colmillo y falta continuidad. La grada empieza a impacientarse. El próximo reto, en Anoeta ante la Real Sociedad B, llega con presión real: hay que reaccionar. Butarque pide carácter. Y resultados. Ya.





