El Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid ha recuperado 27 jilgueros que habían sido capturados de forma ilegal y puestos a la venta en Leganés. Los animales estaban siendo comercializados por un menor de edad, al que se le imputa una infracción medioambiental.
Según ha informado Europa Press, los agentes detectaron un posible caso de venta fraudulenta de especies silvestres protegidas y organizaron un operativo de vigilancia con varias patrullas y agentes de paisano para intervenir en el momento exacto de la transacción.
Operativo en Leganés para atrapar al vendedor ‘in fraganti’
Los agentes acordaron un encuentro con el joven que intentaba vender los pájaros. Cuando este sacó las jaulas con los jilgueros, fue identificado y denunciado en el acto, mientras que los animales fueron decomisados y trasladados para su recuperación.
El jefe de operativo del cuerpo, Miguel Higueras, explicó a Europa Press que el dispositivo incluyó un perímetro de seguridad para impedir la huida del infractor. La sanción podría acarrear multas de varios cientos o incluso miles de euros, dependiendo de la gravedad de los hechos.
Los jilgueros volverán a la naturaleza
Tras su rescate, las aves fueron trasladadas al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Comunidad de Madrid, donde recibirán atención veterinaria antes de ser reintroducidas en su hábitat natural.
“Los jilgueros deben volver al medio ambiente, no estar en jaulas”, subrayó Higueras, recordando que estas capturas ilegales no solo dañan la biodiversidad, sino que también alimentan un mercado negro que trata a los animales como objetos de compraventa.
Un problema persistente en el sur de Madrid
Fuentes del cuerpo forestal recuerdan que este tipo de capturas sigue ocurriendo con frecuencia en zonas del sur de Madrid, donde bandas y particulares capturan aves cantoras para su venta clandestina. La tenencia o comercio de especies protegidas está prohibida por la legislación estatal y considerada una infracción grave.
El caso, descubierto en Leganés, reabre el debate sobre la necesidad de reforzar la educación ambiental y el control del comercio ilegal de fauna silvestre, especialmente cuando involucra a menores de edad.





