Noviembre ha traído una leve mejoría para el empleo en Leganés, pero el alivio es moderado y no oculta el problema de fondo: la ciudad sigue atrapada en un modelo económico débil, excesivamente dependiente de los servicios y con una recuperación más lenta que la de los municipios vecinos.
Según los datos oficiales, Leganés cerró noviembre con 8.245 personas en paro, lo que supone 195 desempleados menos que en octubre (−2,31 %) y una reducción interanual de 391 personas (−4,53 %). La cifra rompe la tendencia negativa del mes anterior —cuando el paro subió en 104 personas—, pero sigue situando a Leganés como el tercer municipio con más desempleo absoluto del sur de Madrid, solo por detrás de Móstoles (9.172) y Fuenlabrada (9.070), y ya prácticamente empatada con Getafe (8.059).
La bajada existe, pero la recuperación va más lenta que en buena parte del entorno metropolitano.
Leganés mejora… menos que sus vecinos
Mientras Leganés recorta un 4,53 % interanual, otros municipios del sur bajan el paro con mayor intensidad:
- Parla: −6,21 %
- Fuenlabrada: −5,22 %
- Getafe: −4,98 %
- Móstoles: −4,82 %
- Leganés: −4,53 %
- Alcorcón: −2,53 %
La lectura es clara: Leganés no lidera la salida del desempleo y pierde posiciones frente a ciudades que están acelerando más su recuperación económica.
Servicios: el pozo que no se vacía
Como ya venía ocurriendo mes tras mes, el desempleo sigue concentrado de forma abrumadora en el sector servicios, que acumula 6.532 parados, es decir, casi el 80 % del total de personas sin trabajo en Leganés.
La ciudad continúa anclada a un tejido productivo compuesto por comercio, hostelería, cuidados y empleo auxiliar, sectores de alta temporalidad y baja estabilidad laboral. Cuando el consumo flojea o se termina una campaña estacional, el impacto se traduce directamente en despidos y nuevos registros en las oficinas de empleo.
Industria testimonial y obra débil
La fotografía económica vuelve a ser preocupante fuera de los servicios:
- Industria: 1.632 desempleados
- Construcción: 638 desempleados
- Agricultura: 48 desempleados
Para una ciudad de casi 190.000 habitantes, estos números evidencian la ausencia real de tejido industrial potente. Leganés no logra atraer grandes inversiones productivas capaces de generar empleo estable y cualificado, mientras sus vecinos avanzan en desarrollos logísticos, aeronáuticos o empresariales.
Mayores de 45 años: el núcleo del paro estructural
Por edades, la situación continúa siendo muy delicada:
- Menores de 25 años: 383 parados
- 25 a 44 años: 1.055 parados
- Mayores de 45: 1.801 parados
Aunque el dato exacto por franjas refuerza la caída total del desempleo, seguimos observando el mismo problema estructural: el peso del paro sigue concentrado en personas mayores de 45 años, el colectivo que más dificultades tiene para reengancharse al mercado laboral.
Sin industrias que absorban experiencia profesional ni programas de recolocación eficaz, este grupo queda atrapado entre subsidios, empleos puntuales o la exclusión laboral prolongada.
La brecha que no se corrige
El paro sigue teniendo rostro femenino en Leganés:
- 5.006 mujeres desempleadas
- 3.239 hombres desempleados
Más del 60 % del desempleo local se ceba en las mujeres, una consecuencia directa del modelo económico basado en sectores feminizados y precarios.
Leganés: sin industria, sin motor económico
El contraste con sus municipios vecinos es cada vez más evidente. Getafe consolida su perfil industrial; Fuenlabrada y Pinto desarrollan suelo logístico; Móstoles acelera proyectos empresariales. Leganés, sin embargo, continúa sin un plan económico sólido que diversifique su tejido productivo.
Pese a la mejora estadística de noviembre, los datos siguen señalando el mismo problema estructural que ya denunciábamos en octubre: Programas públicos, cursos temporales y planes de empleo alivian las cifras puntualmente, pero no solucionan el problema de fondo.
Leganés necesita industria, inversión productiva y empleo estable. No más parches.
La caída del paro en noviembre es positiva, pero no cambia la fotografía general: la ciudad sigue en tierra de nadie, demasiado grande para justificar la inacción y sin el empuje económico de las ciudades vecinas.
La recuperación existe… pero en Leganés avanza demasiado despacio.




