Me gustaría pero… tengo que…. Mejor esto que así todos estamos mejor… debería terminar esto… ¿Para cuando “el quiero”?¿Para cuando el “me apetece”, “lo necesito”, “me gustaría”, “me hace falta”? ¿Y si no hubiera nadie conocido a tu alrededor?¿Qué te gustaría hacer, aprender, cambiar…? ¿Y si la presión de tu entorno no te afectara?¿Harías lo mismo, cambiarías algo?… ¡Debo y quiero! ¡Qué franja más al límite de mis sueños!
¿Cuántas veces nos encontramos haciendo lo que “debemos” en lugar de lo que “ queremos”? muchas ¿verdad?, más de las deseadas seguro. En ocasiones nos parece ver a mucha gente sonriendo.. parece estar bien, pero verdaderamente ¿es feliz?¿hace lo que realmente le apetece hacer?
Se me ocurre pensar en una manera “no siempre fácil” de aprender a ser feliz: “hacer lo que realmente deseas hacer, sin preocuparte de ser juzgado, valorado , sin tener miedo a la frustración, al riesgo de no ser aceptado….” ¡Qué buena manera de ser feliz, siendo lo que tú quieres ser! ¡Qué buen momento para practicar como adulto aquello que deseaste realizar como niño! Qué buen momento para llevar a cabo tus metas, tus sueños…. ¡grande el momento de oír a tu niño interior!, sólo él te dirá lo que realmente te puede llevar a tu felicidad…
Primero piensa en lo que deseas porque eso ya será un triunfo, no estamos habituados a pensar en aquello que soñamos y anhelamos y después desgránalo hasta llevarlo a cabo… Llega un momento en nuestra vida donde nos encontramos ante dos caminos a los que llamaremos “lo que debo hacer” y lo que “quiero hacer” y lamentablemente solemos optar por el camino del “deber” pensando en que es lo correcto y digo lamentablemente porque eso ya nos limita en nuestros deseos de alcanzar lo que deseamos de verdad, aquello que nos acerca a nosotros mismos, a lo que soñamos ….
A mí sólo se me ocurre una conclusión y es la de tomar la decisión que cada uno de nosotros, en nuestro momento actual, pensemos que es la mejor; la mejor para nosotros mismos sin valorar que otros esperen cosas distintas, sin miedo al fracaso o a las expectativas de los que nos rodean. Lo mejor pensando en nuestra felicidad aunque valoremos los pros y contras de cada decisión, lo mejor para andar un pasito más hasta alcanzar nuestra meta… lo mejor para ser más felices en nuestras vidas.
Elige tú; sólo así sabrás que aunque te equivoques, habrás tomado la decisión que tu corazón te indicó y por tanto sólo podrás estar contento contigo mismo. Que dos buenas reflexiones: ¿Tomas algo para ser feliz?… Sí, decisiones. ¿Te acuerdas que cuando eras pequeño querías ser grande para hacer lo que te diera la gana?: “¿ Que tal vas con eso?”
¡¡¡Gracias una vez más a mis coachees por tanto que me dan; sólo de ellos nace mi inspiración!!!
