La conjunción de gripes, catarros y COVID está arrasando en el Hospital Severo Ochoa. Raro es quien no conoce a alguien que tiene o ha tenido síntomas de estos procesos catarrales. Después de los dos inviernos utilizando mascarilla, el cóctel de virus invernal ha hecho su efecto. El gran número de pacientes ha generado una gran presión asistencial en los centros sanitarios.
En el caso de Leganés, el Hospital Severo Ochoa ha ido notando gradualmente la presión. Desde el pasado día 3 de enero, los sanitarios del centro alertan de una gran presión en la urgencia. Pero esta situación ha ido a más. Este 9 de enero, la presión es tal que el hospital se encuentra «lleno».
Según datos facilitados por sanitarios del propio Hospital Severo Ochoa, en la mañana de este martes, ha habido 11 pacientes en los pasillos y 30 pacientes pendientes de ingreso. «No está desbordado pero hay poca posibilidad real de manejo de la situación», aseguran desde CCOO. Y es que, el grave problema es que el centro «está lleno» y «para que ingrese alguien, hay que darle el alta a otra persona».
Falta de camas y de refuerzo en la Atención Primaria
«Es la situación típica invernal que se vive todos los años en el hospital», denuncian desde CCOO donde resaltan que el principal problema del centro es que «es pequeño» y el número de camas es insuficiente para hacer frente a estos picos de asistencia.
Sobre esto, PSOE llevará al Pleno del Ayuntamiento de Leganés una petición: que el Gobierno reclame la reapertura de las urgencias de Pedroches y La Fortuna. Y es que, según el partido, estos recursos podrían descargar de asistencia el Hospital. Un extremo que no comparten los sanitarios. Según su parecer, esta reapertura sería insuficiente: «La primaria está como está, te dan cita para dentro de mucho, y el hospital es lamentablemente la puerta de entrada a la sanidad».
Aunque la «ocupación es alta», fuentes sanitarias señalan que «aún no hemos llegado a derivar pacientes a otros hospitales pero no se descarta que lleguemos a eso» puesto que los expertos esperan que el punto álgido de esta ola de catarros llegue la semana que viene.




