En 2024, la Policía Nacional celebra los dos siglos de servicio ininterrumpido. A lo largo de los años, ha evolucionado para enfrentar los desafíos cambiantes de la sociedad, adaptando sus métodos y técnicas para proteger eficazmente a la población. Un bicentenario que ha estado muy presente en la conmemoración del día de los Santos Custodios.
Tras una larga misa en la Parroquia de San Salvador, el patio de la comisaría de Policía Nacional de Leganés se ha convertido en el escenario de los actos de celebración. Unos actos, pasados por lluvia, en los que se ha reconocido el trabajado de varios agentes condecorados y de un civil: Marcos Sánchez, dueño de la Churrería Áfrika, por su labor a Leganés.
Además, el comisario de Leganés, Julián Leandro Puente, ha pasado revista a los agentes antes de proceder al homenaje a los caídos, colocando una corona de flores a los pies de una estatua de los Ángeles Custodios y lanzando una salva en su honor. «Es la primera vez que la imagen de los Ángeles Custodios preside este homenaje», decía el comisario en su intervención.
Entre los asistentes se encontraban invitados civiles y autoridades eclesiásticas, civiles (como el director del Hospital Severo Ochoa, Domingo Cacho, o el embajador institucional del CD Leganés, Martín Mantovani) y políticas. A estas últimas, el comisario local ha querido agradecer el nombramiento de una plaza en honor a la Policía Nacional «que no tenía nombre ni lo había tenido nunca».
En sus palabras, además de recordar a quienes dieron su vida en acto de servicio, agradeció la dedicación a todos los agentes, a los que están en activo, jubilados y los que entran nuevos este año: «todos ellos con renovado impulso, magnífica formación y pido que integren los labores éticos con vocación de servicio del que se hacen gala en la Policía Nacional». Por otro lado, agradeció la colaboración a todos los grupos civiles y mostró su «respeto y compromiso a los medios de comunicación».
Además, Julián Leandro hizo lectura de una carta que recibido recientemente por la madre de de una menor desaparecida durante cuatro días a la que finalmente encontraron con vida. «Su disposición desde el primer momento, y conocedores del esfuerzo y las intensas labores de su equipo así como la disponibilidad y comunicación permanente -esto no tiene precio, se llama calor humano-, los Policías nos transmitieron su total confianza como ayuda imprescindible vernos arropados y poder soportar el desasosiego pensando siempre que el resultado debía ser bueno», figuraba la carta.
Animando a los agentes a continuar con su labor y agradeciendo la colaboración con las entidades políticas y civiles, el comisario ha finalizado su discurso. El acto daba fin después de escuchar el himno de la Policía Nacional.