El Estadio Municipal Butarque abría las puertas a una tarde de domingo llena de ilusión. Después de dar el pepinazo contra el FC Barcelona, el CD Leganés de Borja Jiménez esperaba dar su mejor versión ante el Villarreal. Y así lo hacía.
El marcador se abrió temprano con un gol de Cisse para el Leganés en el minuto 5, tras un disparo impecable que dejó sin opciones a Luiz Junior. A partir de ese momento, el Villarreal mostró serios problemas defensivos, con desajustes constantes que Marcelino, su entrenador, no pudo ocultar. En el minuto 17, Thierno Barry empató para el Villarreal en una jugada de falta que descolocó a la defensa pepinera.
La intensidad del partido aumentó cuando Yeremy, del Villarreal, escapó de una tarjeta amarilla tras una dura entrada a Javi Hernández en el minuto 21. Pocos minutos después, en el 32, Raba adelantó al Leganés con un gol desde el punto de penalti, después de que Luiz Junior intentara distraerlo sin éxito.
El Villarreal tuvo una oportunidad clara cuando Baena cayó en el área del Leganés en el minuto 36, pero Neyou llegó primero al balón y el árbitro descartó la infracción. Pero minutos después sí pitó. Rozando el descanso, Nastasic golpeó a Yeremy al intentar despejar. Thierno Barry, con una hábil paradinha, empató el partido desde los once metros en el minuto 45+2.
La primera mitad finalizó con tensión en el campo, especialmente después de que Gueye golpeara a Raba sin recibir sanción en el minuto 45+4. Y esto se mantuvo después del descanso.
Se dispara la tensión y doble expulsión para el CD Leganés
Las primeras señales de la crisis de nervios del Leganés se evidenciaron en el minuto 48, cuando Dmitrovic tuvo que realizar una parada espectacular para evitar el gol de Barry. A medida que avanzaba el segundo tiempo, el Leganés se desmoronaba bajo la presión. En el minuto 58, Óscar se ‘autoexpulsó’ al agredir a Pino en una tangana sin sentido cogiéndolo del cuello, dejando a su equipo con diez. Esta situación se agravó en el minuto 76, cuando Jorge Sáenz fue expulsado por una patada a Barry, reduciendo al Leganés a nueve jugadores.
A pesar de estar en desventaja numérica, el Leganés intentó presionar, pero el Villarreal se mostró implacable. En el minuto 65, Barry selló su hat trick con un gol que dejó claro su dominio en el campo. No obstante, los nervios continuaron siendo un problema para el Leganés, con múltiples enfrentamientos y agresiones que culminaron en tarjetas amarillas y rojas.
El final del partido fue igualmente caótico. En el minuto 90, se concedió un penalti al Villarreal, que Gerard Moreno convirtió en gol, aumentando la ventaja para su equipo. Poco después, en el tiempo de descuento, Pau Cabanes anotó el quinto gol para el Villarreal, rematando una noche para el olvido para el Leganés.
Con el pitido final en el minuto 90+9, quedó claro que el Villarreal había sabido manejar mejor la tensión y había aprovechado las debilidades de un Leganés descontrolado. El equipo de Marcelino mostró una capacidad notable para gestionar la presión y volver a la senda de la victoria, mientras que el Leganés deberá reflexionar sobre su capacidad para mantener la calma en momentos críticos.