Partido épico y cargado de emoción el que se vivió en la noche de ayer en el Carlos Tartiere, donde el C.D. Leganés consiguió tres puntos ante el Real Oviedo que valen su peso en oro para dejar mucho más cerca el ascenso a la Liga BBVA. El 0-1 final con el gol de Gabriel supuso que el Lega recuperase la segunda plaza que previamente le arrebató el Nástic. Serantes certificó el triunfo al detener un penalti en la segunda parte.
Al contrario que en las anteriores jornadas, los de Asier Garitano salieron completamente enchufados al partido, conscientes de lo que se jugaban. En los primeros compases del partido los dos equipos mantuvieron la línea sin generar peligro hasta que en el minuto 15, fue el Lega quien avisó primero con un centro de Albizua al que a punto estuvo de llegar Gabriel para rematar en buena posición.
Los pepineros no levantaron el pie del acelerador y siguieron achuchando a los asturianos por partida triple: pocos minutos después avisó Asdrúbal de cabeza, pero sin suerte; posteriormente, Gabriel tuvo la mejor oportunidad con un disparo potentísimo que se estrelló en el larguero; por último, Mantovani siguió explotando la superioridad aérea del Lega, pero su cabezazo no vio portería.
El Oviedo parecía estar dormido en los mejores momentos del Leganés desde hacía mucho tiempo, pero en una peligrosa contra conducida por Susaeta, Toché chutó a puerta y se topó con los reflejos felinos de Serantes.
Tras el descanso, Rubén Peña ingresó en el terreno de juego y el Lega consiguió velocidad y generar más espacios en la zaga ovetense. Los pepineros siguieron dominando la posesión en todo momento y se acercaban al área peligrosamente, pero sin culminar jugadas. Poco después llegaría el tanto que dio la victoria. En el 61’, tras el bote de una falta lateral que Timor colgó al área, un mal despeje de la defensa asturiana lo aprovechó Gabriel para fusilar la portería de Miño con un tiro raso al primer palo.
Pocas jugadas después, los fantasmas volvieron a aparecer en la figura del Leganés con una nueva polémica. El colegiado señaló un agarrón de Mantovani a Toché fuera del área como penalti. Un error de bulto que pudo tener unas consecuencias fatales. Pero si Gabriel encaminó el triunfo en el Tartiere, Serantes se encargó de certificarlo. Adivinó perfectamente la intención de Susaeta y detuvo el lanzamiento.
El éxtasis invadió al equipo y a los 350 aficionados pepineros que se desplazaron a Oviedo. Nada podía fallar a partir de ese momento y así fue. El Oviedo pareció hundirse tras desaprovechar la oportunidad del empate y aunque el Lega no fue muy prolífico en ataque los últimos minutos, tampoco los locales generaron peligro. Aun así, la más clara la tuvo en sus botas Rubén Peña, que pudo ampliar diferencias a la contra pero al intentar picar el balón ante Miño, éste logró desviarlo.
Pitido final y lágrimas de emoción y alegría en algunos jugadores pepineros. No es para menos, puesto que esta victoria acerca al Lega más que nunca a primera división. Los de Garitano podrían ascender el próximo domingo en Butarque (20:00 hrs), siempre y cuando consigan la victoria ante el Llagostera y el Nástic no consiga vencer en su duelo frente al Lugo. El final del camino está muy cerca, no dejemos de soñar.