El coche nuevo ya no seduce como antes. En Madrid, lo que crece es el mercado de ocasión, que en septiembre se disparó un 43,8%, con 32.681 vehículos vendidos, y acumula un 18,3% más de operaciones en 2025 que el año pasado. Cada vez más madrileños optan por el coche de segunda mano como única alternativa frente a los precios desorbitados y los créditos imposibles.
Según las patronales GANVAM y Faconauto, el fenómeno es claro: por cada coche nuevo que se matricula, se venden casi dos usados. El público más joven —entre 25 y 45 años— está apostando por el vehículo de ocasión, incluso aunque tenga más de 15 años. De hecho, cuatro de cada diez coches vendidos este año superan esa edad, un dato que desmonta el discurso oficial de “renovación del parque” mientras el Gobierno sigue sin lanzar un plan real de achatarramiento.
El nuevo se hunde… y el eléctrico resiste gracias al dinero público
El contraste es evidente. Mientras los usados suben, las matriculaciones de coches nuevos apenas avanzan un 16% en el conjunto del país, y lo hacen gracias a los eléctricos e híbridos enchufables, que han duplicado sus ventas por las ayudas del plan MOVES.
En septiembre, una de cada cinco matriculaciones fue de un coche electrificado, con más de 22.000 unidades vendidas en toda España. Pero la patronal ANFAC avisa: si se acaban las ayudas, el mercado se frena en seco. “El MOVES ha sido la llave para acercarnos a la media europea. Sin fondos, los compradores se paralizan”, admiten desde la asociación. De hecho, en nueve comunidades el programa ya está agotado.
Madrid lidera las ventas eléctricas: 8.059 vehículos electrificados en septiembre (un 67% más que en 2024) y más de 72.000 en lo que va de año. Pero incluso con estos datos récord, los eléctricos y enchufables apenas representan el 19% del mercado total. Los híbridos convencionales siguen dominando con un 41% de cuota.
Un mercado que avanza, pero no despega
Los coches eléctricos puros han crecido un 65%, con más de 11.000 matriculaciones en septiembre, y los híbridos enchufables un 165%. Aun así, el 80% de los coches vendidos en España siguen usando gasolina o diésel, aunque el diésel se hunde un 30% y el gasolina retrocede un 15%.
Lo que tira del carro no son los planes ecológicos, sino las subvenciones. El mercado eléctrico está sostenido “a pulmón” del Estado. En cuanto se acaba el dinero, la demanda se desploma. Mientras tanto, el coche usado —más viejo, más contaminante y mucho más asequible— se ha convertido en el refugio de quienes no pueden pagar un coche nuevo ni esperar una ayuda.
España avanza más despacio que Europa
Pese al crecimiento, España sigue por detrás de Francia, Alemania o Portugal en cuota de eléctricos. La patronal reclama un “Plan Auto España 2030-2035” con medidas estables para la industria y los compradores. “Toda venta, incluso de un coche de combustión nuevo, es mejor que mantener circulando uno de veinte años”, defienden desde ANFAC.
Mientras tanto, los madrileños ya han elegido: o ayudas para un eléctrico, o un coche usado que no arruine el bolsillo. La transición verde, sin apoyo real, se queda en los papeles.








