El Ayuntamiento presume de tener el mayor presupuesto de su historia, pero el salto económico de 2025 tiene letra pequeña. El aumento de ingresos viene de más ingresos por tasas, nuevos préstamos y menos reservas para imprevistos. Una apuesta arriesgada que pone en duda la sostenibilidad de las cuentas municipales.
Más dinero, pero no por crecimiento económico
El presupuesto de 2025 alcanza 242 millones de euros, un 56% más que el año anterior. Pero ese aumento no llega de una mejora en la economía local ni de más ingresos del Estado. Llega de dos vías: más tasas y endeudamiento.
Según los datos oficiales, la recaudación por tasas y precios públicos se dispara un 163%, pasando de 14,9 millones a 39,5 millones de euros. Esa diferencia —más de 24 millones— sale directamente del bolsillo de los vecinos y empresas de Leganés, a través de servicios municipales, licencias, deporte o recogida de residuos.
Sin embargo, el Ayuntamiento no ha modificado las ordenanzas fiscales por lo que se aumentaría por estas cuatro vías:
- Cobrar tasas pendientes de años anteriores.
- Ampliar el número de servicios facturados.
- Actualizar padrones o bases de datos (más licencias, más usuarios, más contribuyentes).
- Reactivar tasas que estaban sin gestionar por falta de personal o por parálisis en ejercicios previos.
32 millones en nuevos préstamos municipales
Además, el Ayuntamiento prevé 32,3 millones en pasivos financieros, es decir, en nueva deuda. Es el segundo gran motor del presupuesto: sin esos créditos, las cuentas no cuadrarían.
Esta cifra multiplica por 18 la amortización prevista (1,07 M€), lo que indica que Leganés se endeuda más de lo que devuelve. El consistorio justifica la operación como una “inversión en futuro”, pero la realidad contable muestra una apuesta agresiva: más gasto corriente y más inversiones financiadas a crédito.
Expertos en administración local consultados por Leganés Activo advierten de que “el endeudamiento no es malo en sí, pero debe destinarse a proyectos sostenibles y no a gasto de mantenimiento”.
Solo 100.000 euros de fondo para emergencias
Mientras el presupuesto crece 87 millones, el Fondo de Contingencia se reduce de 300.000 a 100.000 euros. Es decir, una reserva simbólica del 0,04% del total.
Este fondo es el que permite al Ayuntamiento reaccionar ante imprevistos: una sentencia judicial, una avería grave, una inundación o un incendio. Con apenas 100.000 euros, cualquier incidencia de media magnitud obligaría a tramitar una modificación presupuestaria, ralentizando la respuesta.
En el presupuesto anterior, con un monto bastante menor (155 millones), el fondo triplicaba esa cifra. En 2025, con más dinero que nunca, se recorta a una tercera parte.
Una apuesta arriesgada para un año electoral
El Gobierno local (PP–ULEG) ha presentado unas cuentas que brillan en cifras totales, pero ocultan un equilibrio frágil:
- Más presión fiscal sobre los vecinos
- Más deuda a largo plazo
- Menos margen ante imprevistos
Un modelo que puede sostener el titular político del “presupuesto récord”, pero que deja a Leganés más expuesta ante cualquier crisis o fallo de ingresos. En cuanto los ingresos no lleguen al ritmo previsto, el Ayuntamiento se verá obligado a retocar las cuentas.
Constantes modificaciones presupuestarias
Esta debilidad se está viendo. El Gobierno local (PP–ULEG) ha llevado ya 34 modificaciones presupuestarias al Pleno en lo que va de ejercicio, un número inusual que confirma la fragilidad del documento. No solo por la falta de equilibrio sino también por la falta de algunos proyectos prometidos.
El problema ahora es político: la oposición no está aprobando la mayoría de esas modificaciones, lo que bloquea la gestión municipal.
Presupuesto para 2026
Por su parte, el Gobierno ha anunciado que ya está trabajando en los presupuestos de 2026, que deberían estar aprobados antes de que se acabe este año. Sin embargo, el bloqueo que se vive en el Pleno con la oposición centrada en contra de las propuestas de PP y ULEG, podría hacer que el actual se prorrogase, al menos, un año más.




