El Ayuntamiento de Leganés ha confirmado que ya ha obtenido la financiación necesaria para ejecutar los 40,5 millones de euros de inversiones en infraestructuras contemplados en el Presupuesto municipal de 2025. Una financiación que se hará realidad a través de dos préstamos bancarios, además de subvenciones procedentes del Plan PIR de la Comunidad de Madrid y fondos europeos.
Por ahora, no se han detallado ni los bancos, ni los tipos de interés ni los plazos exactos de devolución de esta nueva deuda municipal. Tampoco cuánto corresponde a los préstamos y cuánto a los fondos PIR y europeos.
La mayor parte, para la primera fase del polideportivo de Solagua
La inversión más elevada será la destinada a la Ciudad Deportiva de Solagua, con 13,5 millones de euros solo en su Fase I. El Gobierno local la define como su proyecto “emblemático”, con piscinas de verano y cubierta, gimnasio, zona hostelera y aparcamiento.
Otras partidas relevantes son:
- Centro Cívico de Vereda de los Estudiantes: 6,69 millones
- Reforma del edificio de Policía Local: 1,22 millones
- Climatización, accesibilidad y mantenimiento de edificios municipales: más de 4,9 millones
- Conservación y reforma de la vía pública: 5 millones
- Piscina de verano de La Fortuna: 450.000 €
- Infraestructuras y zonas verdes: 3,69 millones
40 millones de inversión, pero financiados con deuda
La concejala de Hacienda, María Estévez (PP), ha defendido que esta fórmula —a base de préstamos bancarios y fondos externos— es “la vía económicamente más eficiente para hacer crecer la ciudad”. El primer teniente de alcalde, Carlos Delgado (ULEG), ha asegurado que esta inyección permitirá “dar un salto estratégico en infraestructuras tras años de parálisis”.
Sin embargo, de momento no hay información pública sobre en qué condiciones se asumen estos préstamos.
El mayor presupuesto de la historia tras superar una cuestión de confianza
Estas inversiones forman parte del mayor presupuesto municipal de la historia de Leganés: 212 millones de euros, aprobado en marzo de 2025 tras una cuestión de confianza planteada por el alcalde Miguel Ángel Recuenco (PP) —después de que la oposición tumbara las cuentas en primera instancia.



