Esta octubre de 2014, el Ayuntamiento de Leganés ha inaugurado un busto en conmemoración a la obra de Paquita Gallego. La obra, realizada por el escultor Pedro Quesada se encuentra expuesta en el Paseo que también lleva su nombre. Para el alcalde de Leganés, Jesús Gómez, «los homenajes a Paquita nunca son suficientes«, pero, ¿quién fue y qué hizo Paquita Gallego?
La pequeña de seis hermanos, Francisca Gallego García-Quijada fue una ilustre vecina del barrio de San Nicasio de Leganés que dedicó la mayor parte de su vida a cuidar de los demás. Fue criada en la humildad, algo que nunca olvidó al cabo de los años.
Siendo aún joven, Paquita se casó con Mariano Órdenes, jugador del CD Leganés, con quien tuvo cuatro hijas -presentes en el homenaje a su madre como ilustra en la fotografía- María Dolores, Mayte, Angelines y Maia Ordóñez Gallego.
Durante toda su vida, acogió en su casa a los niños de aquellas familias con pocos recursos o padres alcóholicos que no podían hacerse cargo de ellos. Poco a poco, su solidaridad abarcó más de lo que le permitía su propia casa. Por ello, en los años 70 y con ayuda de otras voluntarias fundó el comedor bajo el nombre «Madre de la alegría«.
Continuando su labor, el local fue utilizado en un primer momento como guardería para los niños cuyos padres no podían hacerse cargo. Sin embargo, la labor de este grupo de voluntarias fue creciendo para terminar convirtiendo el local en un comedor social ofreciendo comida caliente a todo aquel que no puede proporcionársela.
Pero Paquita no podría vivir para ver su obra crecer. En 1986, a sus 62 años, Paquita falleció. Desde ese año, su retrato preside el comedor. A pesar de los años y de los cambios, la fundadora del local más solidario de Leganés aún está presente recordando a aquellas que continúan su labor, que preservan el legado de una humilde vecina.
«Paquita, sin decir nada, daba ejemplo con su obra y con sus actos ayudando a conciudadanos que carecían de lo más elemental. Es una tragedia que haya gente que no tengan lo necesario para vivir, a veces damos la espalda a esa realidad, pero gracias a Dios hay gente como Paquita y las voluntarias de su comedor, que nos lo recuerdan cada día«, declaró el alcalde de Leganés en su inauguración.
A día de hoy, su legado continúa gracias a las aportaciones de Cruz Roja, el Banco de Alimentos, el Ayuntamiento de Leganés y de las propias voluntarias que acuden cada día a ayudar a las decenas de vecinos que hacen cola en la puerta con bolsas y carros de la compra en busca de provisiones para sus neveras recordando lo imprescindible de su labor. Hoy más que nunca.
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