El final de un largo viaje, la culminación de una gesta. El C.D. Leganés logró ayer en el estadio de Anduva la proeza de ascender a la Primera División del fútbol español. Sin sufrimiento no hay victoria y eso fue precisamente lo que hizo el conjunto de Asier Garitano, saber sufrir hasta el último instante del partido. Ganó justamente a un aguerrido Mirandés por 0-1. Insua rubricó el ascenso con su gol, que, sin duda, pasará a la historia como el tanto más importante del club en sus 88 años de historia hasta la fecha.
Arropados por unos 1.500 aficionados pepineros desplazados a Miranda, el conjunto blanquiazul salió en tromba, con la clara intención de adelantarse en los primeros minutos para tener tranquilidad. Dominando la posesión con autoridad, el primer aviso llegó en el minuto 5 con un pase perfecto de Szymanowski al desmarque de Peña, que no supo definir en el área cuando se encontraba solo ante el arquero.
El Mirandés no generaba ningún peligro en las inmediaciones de Serantes y el Lega siguió haciendo mucho daño con la velocidad de Szymanowski a la contra. El segundo aviso no se hizo esperar y Peña la volvió a tener en el 14’ por partida doble tras un pase de la muerte de Miramón, pero sus remates fueron rechazados por la zaga local.
Los pepineros tomaron aire unos minutos, generando dudas por sus errores en la definición. Szymanowski dispuso de la más clara de toda la primera mitad en el 28’: Gabriel apareció entre líneas filtrando el balón al hueco para Szymanowski, que no colocó bien el balón en su disparo y Raúl pudo desviarlo a córner. A pesar del aplastante dominio blanquiazul, los locales se marcharon al descanso mandando un par de avisos: primero Néstor envió un remate de espuela cerca del palo y después Provencio probó suerte desde lejos y su disparo se marchó fuera por poco.
Tras la reanudación, llegó el premio a la insistencia del Lega. Con tan sólo dos minutos de juego, Timor ejecutó un córner desde la izquierda que Pablo Insua cabeceó al fondo de las mallas ganando la posición al resto de defensores. Un tanto que hacía vibrar de emoción a toda una ciudad de 200.000 personas.
No obstante, el júbilo no distrajo en absoluto a los de Asier Garitano, que siguieron a lo suyo, cercando la portería rival en sucesivas ocasiones. Raúl se encargó de que la victoria pepinera no fuese más abultada con una serie de paradas extraordinarias. En el 65’ salvó un cabezazo de Gabriel con una estirada espléndida. En el 76’, tiró de reflejos felinos para desviar un remate acrobático de Miramón desde el punto de penalti. Acabó de lucirse en el 80’ al repeler un disparo potentísimo de Timor con otra soberbia parada.
Entre tantas oportunidades pepineras, el Mirandés estuvo cerca de helar los corazones de miles de seguidores blanquiazules en un par de ocasiones, coincidiendo con un bajón físico del equipo madrileño, que acabó echándose atrás y bajando la intensidad en la presión. Ante la adversidad, volvió a aparecer el de siempre: Serantes. El arquero pepinero salvó un disparo de Sangalli bien colocado hacia portería. Después, llegó la polémica del encuentro en el 82’: centro desde la izquierda que Aridane remató de cabeza en el área para conseguir el empate. El juez de línea señaló fuera de juego y el tanto quedó anulado. La decisión pudo ser errónea ya que Bustinza parece habilitar al jugador local en el momento del remate. La jugada fue cuanto menos dudosa.
Al final también pudo ver puerta el Lega con un libre indirecto que ejecutó Timor en el área, pero su centrado lanzamiento lo atrapó Raúl.
Acabó el partido, la temporada y el sufrimiento, pero comienzan los festejos y las celebraciones de unos jugadores que pasaran a la historia y que han conducido a miles de seguidores a la felicidad de ver jugar a su equipo en una de las mejores ligas del mundo: la Liga BBVA. Asier Garitano y sus jugadores siempre serán eternos en el recuerdo de la ciudad de Leganés. Atención equipos de primera, el Lega ya está aquí.
