El centro comenzará a funcionar en enero de 2018 y dará un servicio de asesoramiento, prevención e intervención
pedagógica. Atenderá a usuarios de entre 12 y 17 años y a sus familias
La Comunidad creará un centro especializado para atender adolescentes adictos a las nuevas tecnologías, tras el acuerdo del Consejo de Gobierno, que ha aprobado hoy una inversión de 330.323 euros, con el objetivo de que esté en funcionamiento el próximo mes de enero.
Cada vez es mayor el tiempo que jóvenes y adolescentes pasan conectados a Internet, usando el móvil o jugando con videoconsolas, por lo que, desde la Comunidad de Madrid, se va a poner en marcha este centro, con el objetivo de prestar un servicio especializado de asesoramiento, prevención e intervención psicopedagógica a través de técnicas de terapia grupal combinada, con sesiones individuales de evaluación y atención específica y actividades formativas y divulgativas.
Las nuevas tecnologías tienen un gran potencial educativo y comunicativo, pero su uso inadecuado o abusivo puede acarrear importantes consecuencias negativas para los adolescentes. Entre ellas, aislamiento social, bajo rendimiento escolar, relaciones sociales insatisfactorias, acceso a contenidos inapropiados, contacto de riesgo con desconocidos, suplantación y/o pérdida de identidad, o problemas como ciberbulling, sexting y grooming.
Este hecho explica la creciente preocupación social sobre la influencia que el uso de estas tecnologías puede tener sobre el desarrollo y ajuste personal de los adolescentes.
Enseñar el uso adecuado
Este servicio está dirigido a adolescentes de entre 12 y 17 años de edad, de ambos sexos, y sus familias, con conductas de uso inadecuado, abuso y/o dependencia de las nuevas tecnologías, que tengan su residencia en uno de los municipios de la Comunidad de Madrid y cuenten con la activa implicación de sus familias durante todo el procedimiento de intervención.
En el centro se trabajará mediante el desarrollo de procedimientos de terapia grupal con un mínimo de cinco miembros y un máximo de quince, con una periodicidad mínima semanal, acompañada por el seguimiento individualizado de la intervención con cada adolescente y complementada con la celebración de sesiones con la familia al objeto de devolver la intervención a las familias facilitándoles una orientación y el fortalecimiento del vínculo para lograr una mejor integración familiar y social que facilite la superación de los problemas presentes y futuros.
En la terapia grupal se trabajará el área comportamental (horarios, sueño, afectivo/emocional, miedos o complejos) el área cognitiva (toma de decisiones, conflictos o valores) y el área social (identidad social, grupos de referencia, estereotipos o prejuicios). Durante todo el proceso se contará con la activa participación de las familias.
El centro estará en la Plaza de Santa Cristina, en un edificio ya existente, contará con un coordinador, seis terapeutas (al menos dos con jornada completa) y un auxiliar administrativo a media jornada. La inversión de 330.000 euros se destinará a los gastos de personal y generales del centro, durante dos años.