Que el Club Deportivo Leganés sea el cuarto equipo menos goleado de Primera División no es solamente mérito de una gran defensa. Iván Pichu Cuellar es el responsable de vigilar y cuidar los tres palos estando siempre a la altura de los grandes retos.
Iván ‘Pichu’ Cuéllar (Mérida, 27 de mayo de 1984), extremeño de nacimiento, comenzó como futbolista en el equipo de Mérida, su ciudad natal, donde debutó en Segunda División ‘B’ con solo 17 años. Sus buenas intervenciones llamaron la atención de los ojeadores del Atlético de Madrid, que lo fichó para jugar a orillas del Manzanares entre los años 2005 y 2007, donde jugó once partidos oficiales.
En verano de 2007 comenzó la aventura de un año en Éibar, equipo en aquel entonces de Segunda, y al año siguiente fue el portero del Real Sporting, equipo de Primera en la campaña 2008/2009. Desde entonces, teniendo como paréntesis las temporadas desde 2012/2013 a 2014/2015, que jugaron en segunda, Pichu Cuéllar ha parado balones de todas la formas y colores a los mejores futbolistas del planeta fútbol.
Tras otras dos temporadas con el equipo asturiano en primera, el descenso de categoría en junio de este año le llevó a buscar otro equipo con el que jugar en la categoría de oro del fútbol español. Con este objetivo, recayó en las filas del Club Deportivo Leganés, que consiguió la salvación en la penúltima jornada y aseguraba así jugar en primera un año más.
Tan solo lleva seis meses en el equipo pero es, sin ninguna duda, un referente y un líder en el vestuario pepinero. Con más luces que sombra e intervenciones clave como sus paradas a Atlético de Madrid o Athletic de Bilbao, el Leganés disfruta de una octava posición bien merecida. Con la sombra de Serantes como leyenda del equipo, Cuéllar intenta hacerse un hueco entre la afición sintiendo los colores más que nadie.