El Centro Público de Educación Especial, Alfonso X El Sabio, ha sido galardonado por su proyecto para fomentar hábitos saludables. Cerca de un centenar de alumnos ha mejorado sus habilidades sociales. A través de pictogramas y fotografías se les ha proporcionado mayor nivel de autonomía.
Uno de los reconocimientos de Buenas Prácticas ha recaído este año en el CPEE Alfonso X El Sabio de Leganés. Con su proyecto para fomentar una alimentación saludable en sus alumnos, el centro ha ganado el premio de Mejora a la Escuela Pública. Con ello, el centro busca ayudar a los alumnos con graves necesidades educativas especiales en la secuenciación y realización de hábitos de autonomía en el hogar y en el mercado. Trabajan situaciones reales, mejorando sus habilidades sociales y fomentando hábitos saludables.
El proyecto surge por la necesidad de realizar materiales específicos pictogramas y fotografías para trabajar habilidades sociales y hábitos de autonomía personal. Partiendo de una actividad placentera para ellos, como es el ir de compras al mercado y realizar algunas recetas en el aula-hogar. Con todo esto se fomenta el desarrollo integral, la educación en valores, el aprendizaje de variadas destrezas manipulativas; introduciendo a los alumnos en situaciones reales que les facilite el desarrollo de su autonomía en la vida del hogar.
Casi un centenar de alumnos con severas dificultades de expresión y comprensión oral han participado en este proyecto. Todos ellos han realizado situaciones reales y fomentado hábitos saludables y de autonomía en el hogar y el mercado. Ha mejorado la calidad de la enseñanza a través de los indicadores que se plantean. Favorece el desarrollo integral a nivel motor, cognitivo, emocional de 97 alumnos, con severas dificultades de expresión y comprensión oral.
Gracias a él, se ha reflexionado sobre la práctica educativa y sobre la futura línea a seguir. Para los educadores, la experiencia ha sido altamente positiva, por lo que se ha apostado por la continuidad del proyecto con algunas mejoras. Además, se ha contado con la implicación de los padres que han colaborado aportando dinero para la compra de alimentos. Han elaborado en casa las recetas que desde el Centro se les enviaba en fotografías y han comprado los ingredientes con sus hijos.
