Leganés celebra el Día del libro en honor a Cervantes

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Leganés se llenó de actos para conmemorar el Día del libro y el 400 aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes, con actividades por toda la ciudad.

A las once de la mañana la Plaza de España empezaba a llenarse de gente, la terraza de El Viejo café se iba ampliando y las casetas con las librerías de la ciudad estaban listas para contribuir en la difusión de la cultura. Tras unas pruebas de sonido, y con el grupo de Escena Amás preparado a un lado a que llegara su momento de participación, se procedió a las doce de la mañana a la tradicional lectura de El Quijote. Este acto se realiza anualmente en Leganés, pero este año ha tenido especial relevancia al conmemorarse el 400 aniversario del fallecimiento de su escritor, Miguel de Cervantes.

Frente al edificio Dejóvenes, una humilde plataforma con un atril sirvió de soporte para arrancar la lectura por parte del alcalde Santiago Llorente, insistiendo en dar paso a todo aquél que quisiera leer. Desde un lugar de la mancha cuyo nombre no quisiera acordarme –ya sabéis-, se fue haciendo homenaje a esta sátira a los libros de caballería de un hidalgo aficionado a la lectura “con tanta afición y gusto que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías.”

Lectura en homenaje a El Quijote.

En otro punto de la ciudad, pero no muy lejos de allí, La Libre de Barrio (que también participaba con caseta en la Plaza de España) empezaba un concierto a las doce y media de la mañana como pocos se han visto: quedándose sin sillas y sin espacio. En ‘petit comité’, Kayele cantaba con Francesco a la guitarra, haciendo alarde de su variedad de estilos: swing, bossa, reggae, jazz, soul o blues entre otros muchos. Reinventando los grandes clásicos y con cierta nostalgia, versionaron temas como Mediterráneo de Serrat o Ay Pena Penita Pena de Lola Flores. Fueron así demostrando su gran versatilidad y el gran trabajo de adaptación, destacando entre otras, O mio babbino caro de Puccini (popularizada por María Callas) con un sonido de guitarra acústica acercando los solos al rock y alejándose de la ópera.

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Concierto de Kayele en La Libre de Barrio.

Volviendo a Plaza de España, tras una hora de emotiva lectura, llegó el turno a Amás Escena (del grupo Amás), que esperaban impacientes a demostrar su gran homenaje a Federico García Lorca. A la una de la mañana realizaron un dinámico e interesante espectáculo con los textos del poeta, dirigido por Kube Escudero.

Empezando con los poemas Romance de la luna y seguido del Romance sonámbulo, musicalizados y cantados, la representación se iba desarrollando y la gente se iba agrupando alrededor creando un semicírculo cada vez más abarrotado. Demostraron el gran trabajo de selección, no sólo de los textos sino en cuanto al vestuario y los elementos que sirvieron de apoyo, con sábanas –que hacían referencia las “sábanas de Holanda” del poema- y caretas representando los caballos –“huye luna, luna, luna si vinieran los gitanos harían con tu corazón collares y anillos blancos”- y también de coordinación, por los movimientos y el baile de sus participantes.

Representación de Amás Escena.

Tras ello, se daba lugar a las firmas de autores, estando programados Fernando Cotta, Víctor Marino García, Noelia Alegre, José Miguel García Carvajal, Fabían Vásquez y Susana Arco Falcés por la mañana, y por la tarde Eloísa Pardo, Ricardo Rodríguez, Guillermo Martínez Schrem, Carlos Cuadrado, Jesús Mesado, Lola Nuñez y José Luis Atalaya. Se fue desarrollando así un día cargado de emotivos actos, en su gran mayoría centrados en la Plaza, con cuentacuentos a las dos y media de la tarde por parte de Aída Muñoz, a las cinco de Gina Ginger y Charlie Chives, a las cinco y media de Lola Nuñez y a las seis de María José Rodríguez. 

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Para acabar, se realizó una representación en homenaje “al siglo de oro” sobre Tierra de Jauja de Cervantes y Oda al pedo de Quevedo del Teatro Estable de Leganés con la dirección de Concha Gómez, seguido de un concierto de clarinetes con la dirección de María Nieto, por parte de la Escuela-Conservatorio Manuel Rodríguez-Sales.

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