La Junta de Personal del hospital de Leganés detalla la incidencia de la COVID-19 entre sus trabajadores según los datos del pasado 20 de abril. Exigen responsabilidades a su dirección tras superar el tramo más delicado de la pandemia.
La Junta de Personal del Hospital Severo Ochoa de Leganés, uno de los centros con mayor colapso asistencial de la Comunidad de Madrid durante la pandemia, ha denunciado mediante un escrito las situaciones críticas que se han vivido en el centro y las deficiencias con las que se han enfrentado durante la pandemia de COVID-19. Los trabajadores señalan una «gestión inadecuada» que cargó sobre los profesionales «todo el peso de la crisis y sus consecuencias» y permitió que los pacientes afrontaran la enfermedad en situaciones «indignas».
En su escrito, del cual se hace eco Comisiones Obreras, relatan que las Urgencias Generales soportaron una presión asistencial tres veces superior a su capacidad durante al menos dos semanas y no se gestionaron los traslados necesarios para aliviar tanto a pacientes como a profesionales.
Los equipos de protección individual (EPIs) consideran que fueron insuficientes para dar la cobertura necesaria y que su distribución se hizo discriminando a categorías y unidades de atención. En distintos momentos se distribuyó material inadecuado que no protegía de posibles contagios y se llegaron a retirar varios lotes de protecciones ineficaces.
La elevada tasa de contagios
Los datos de contagios a fecha del 20 de abril, último dato facilitado, afectaban a un 27% del total de la plantilla, uno de los más elevados de entre los hospitales del SERMAS. Los miembros de la Junta de Personal achacan este índice de contagios a: la falta de EPIs; la falta de medidas de seguridad en urgencias, el hacinamiento de pacientes que no permitía la distancia de seguridad; la negativa de la dirección del centro a entregar mascarillas de protección al personal administrativo y a los celadores por considerar que «no estaban expuestos y alarmaban a la población».
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La Junta de Personal también denuncia la «opacidad y falta de transparencia» que ha imperado desde la dirección del hospital desde el inicio de la crisis. Denuncian que se ha negado la información tanto a los representantes de los trabajadores como al Comité de Seguridad de Salud, un órgano formado también por delegados de salud laboral.
Según recoge el comunicado, los representantes de este órgano se han sentido «despreciados» durante toda la crisis y señalan que esta actitud de desprecio continúa por la «ausencia de información y protocolos sobre la desescalada y la vuelta a la actividad ordinaria». Los sindicatos CCOO, UGT, CSIT-UP, SATSE, SAE, AMYTS, CGT y CSIF tienen representantes en este órgano.