Piedras decoradas conforman el ‘Camino de la felicidad’. Así los más pequeños muestran su alegría por volver a salir a las calles después del confinamiento.
Los más pequeños de la casa se han convertido en todo un ejemplo en este confinamiento desde su inicio. Si bien a algunos les ha costado entender el motivo por el que no salir de casa, las largas semanas han ido pasando convirtiéndose en el centro del entretenimiento en cualquier casa, buscando lo que tenían a mano para hacer.
Ahora que se puede salir, los más jóvenes han aprovechado para aportar su granito de arena y hacer los paseos diarios más amenos. Así, en Leganés han creado el ‘Camino de la felicidad’ en el barrio de Zarzaquemada. «En este camino los niños y las niñas ponemos nuestras piedras llenándolo de la alegría que sentimos al volver a pasear«, reza el cartel colocado en el paseo.
El paseo cuenta ya con decenas de piedras que decoradas por los más pequeños que han acudido a aportar su granito de arena, pero no es el único. Junto al lago del Parque de la Hispanidad, en el barrio del V Centenario se ha creado otro camino decorado por cerca de una decena de piedras.
La iniciativa ha sido aplaudida por mayores y pequeños que ven una bonita forma de decorar las calles. Así se convierte en un entretenimiento más para los pequeños que pueden buscar sus piedras, lavarlas, decorarlas, y ser parte de este bonito camino.
Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas.
Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto.
La mención explícita del femenino solo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto: El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad. La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos.
El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto. Así, los alumnos es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones.
Fuente: RAE