El de Leganés se ha mantenido indiscutible en el lateral diestro de un Real Madrid que este jueves se ha coronado campeón. Todavía tendrá que afrontar una última jornada tras la celebración, precisamente ante un Lega que se juega la vida.
El título de liga número 34 para el Real Madrid se ha certificado con un leganense que se ha hecho dueño y señor del lateral derecho. Dani Carvajal es desde hace años pieza fundamental en los esquemas madridistas y este jueves volvió a serlo sobre el campo. El zaguero disputó 84 minutos en la victoria de los suyos frente al Villarreal que destapó una celebración ‘light’ a causa de la crisis sanitaria. Curiosamente, es la segunda liga para el pepinero, que a estas alturas ya ha alzado el doble de Champions.
Mientras en Leganés no sobraban las uñas viendo como el conjunto local apuraba sus opciones de sobrevivir en San Mamés, un vecino de la ciudad se hacía al mismo tiempo con el trono liguero. Como en la mayoría de ocasiones en las que ha estado a disposición de Zinedine Zidane, Carvajal partió de inicio en Valdebebas para intentar afianzar su campeonato. Cuatro puntos sobre el FC Barcelona significaban que un solo triunfo a falta de dos jornadas destaparía el tarro de las celebraciones y el equipo no falló en su primera opción.
Dos goles de Benzema encarrilaron el pleno de triunfos merengues tras el confinamiento, no sin polémica arbitral. Recién materializado el 2-1 en el marcador, que poco después resultaría definitivo, Carvajal terminó sus servicios allá por el minuto 84 siendo sustituido por Lucas Vázquez. Con esta participación sumó 31 en los 37 partidos ligueros disputados hasta la fecha, demostrando que ha regresado con paso imponente tras el parón y poniendo el punto de mira en el tramo final de la Champions League que se disputará en el mes de agosto.
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La consecución del título trajo festejos poco habituales en un Estadio Alfredo Di Stefano que ha asumido el papel del Santiago Bernabéu ante la imposibilidad de llenar las gradas por la amenaza del coronavirus. Manteos, botes de alegría, confeti, cánticos y rondas de fotos se sucedieron en el césped y el vestuario tras el pitido final, aunque nadie se bañó en la fuente de Cibeles. Por motivos de salud, los madridistas tuvieron que conformarse con celebrar en casa y el club, con su pequeño estallido de emoción en Valdebebas y el acto institucional que albergará su ciudad deportiva este viernes.
Para el Real Madrid de Carvajal, LaLiga ya está ganada, pero no finalizada. Queda un último paso el domingo y el destino ha querido que sea contra un CD Leganés al que solo le vale la victoria para tener opciones de mantenerse un año más en Primera División. El defensor vivirá un retorno tenso en Butarque a pesar de que su equipo se jugará poco más que el honor. La consumación del fratricidio o la doble alegría para el leganense tendrán lugar a partir de las 21:00 horas.