Dos establecimientos hosteleros también han sido denunciados por incumplir las nuevas medidas implantadas por la Comunidad de Madrid.
La mascarilla es obligatoria en todo el territorio de la Comunidad de Madrid desde el pasado jueves, tal y como anunció la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso. Una medida que ha sido aceptada por la gran mayoría de la población pero que ya ha provocado las primeras propuestas de sanción.
En Leganés, una veintena de personas han sido advertidas por la Policía Local por no llevarla puesta en el exterior. Cabe recordar que es obligatorio llevarla en la vía pública, se pueda o no respetar la distancia de seguridad, así como en el transporte público donde ya lo era desde la ‘nueva normalidad’.
A su vez, otra de las nuevas normas es la reincorporación de la limitación de las reuniones a un máximo de 10 personas. Una medida que se ha rescatado de la Fase 1 de la desescalada, y que se espera que se mantenga mientras duren los rebrotes que han alertado a Salud Pública. Actualmente, la región cuenta con una treintena de focos activos.
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Propuestas de sanción para los hosteleros
Dos establecimientos han sido propuestos para sanción por la Policía Local de Leganés debido a que no cumplían las estrictas normas de seguridad dictadas por la Comunidad de Madrid. Las terrazas son la principal razón ya que, al parecer, según fuentes municipales, no se cumplió con la hora actual de cierre (1:30 AM) y tampoco con la autorización correspondiente para montarlas.
Además, según detallan las mismas fuentes, los agentes municipales interpusieron otras dos denuncias por consumo de alcohol en la vía pública.
En total, Leganés reúne casi 25 denuncias en un fin de semana por incumplir las nuevas medidas de restricción frente a la lucha del COVID-19.
LAS NORMAS ORIENTAN LAS CONDUCTAS DE LOS HUMANOS.
La convivencia social es cada vez más difícil, existen tres tipos de incumplidores:
• el vivo que incumple porque esa conducta le trae algún beneficio;
• el arrogante que no quiere cumplir porque se siente por encima de la ley,
• y el taimado que aparenta cumplir, aunque su intención sea no hacerlo, y cada vez que tiene la oportunidad, incumple las normas.
En un país donde se ha conseguido que la gente deje de fumar en los bares, puede conseguirse cualquier cosa, siempre y cuando las leyes se hagan cumplir por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que para esto están.
Lo cierto es que ya se traten de las normas de un club privado, de una comunidad de vecinos, de normas de convivencia o de leyes fiscales o sentencias judiciales, parece que un determinado grado de cumplimiento de las normas se revela esencial para que una organización o sociedad pueda funcionar. De hecho, en varios estudios se ha señalado que una de las características que diferenciarían a un país del tercer mundo (sobre todo los países fallidos) con los del primer mundo es “la cultura del respeto a las normas”. ¿En qué liga jugamos? Juzguen Vds. mismos.
En cuanto a la cultura, lo que se aprende y transmite poco a poco, de padres a hijos, de maestros a alumnos, y de ciudadanos entre sí, se ha quedado en nada o si algo hay el que la da comprueba horrorizado que cae en saco roto. Así, la propia clase política tiene poco que transmitir y lo que transmite no tiene continuadores… la degradación es evidente.
En fin, a pesar del desaliento imperante también nos quedan quienes con el ejemplo, como padres, maestros o ciudadanos, nos dice que lo mejor para todos es eso tan difícil de más cultura, más responsabilidad, más seriedad… Términos en desuso y totalmente desprestigiados.