Esta tarjeta solidaria ya está en marcha en otros municipios y comunidades. El objetivo es «dignificar» la ayuda y permitir que aquellos que no tienen acceso a ayudas puedan hacerlo de forma «sencilla y discreta»
El portavoz de Ciudadanos (Cs) Leganés, Enrique Morago, ha defendido la propuesta de su grupo para que el Ayuntamiento se adhiera al proyecto que lidera Cáritas para entregar tarjetas solidarias prepago a personas vulnerables. “Se trata de una iniciativa que ha tenido una buena acogida en otros municipios y que ayudaría a las familias que, por culpa de la crisis económica originada por la COVID-19, están atravesando una situación complicada”, ha asegurado el edil, insistiendo en la necesidad de “potenciar todas las políticas públicas que promuevan la protección de los ciudadanos de Leganés”, y proponiendo, además, “el impulso de un proyecto de acompañamiento de personas y familias en situación de vulnerabilidad”.
La medida llamada Tarjeta Solidaria ha sido puesta en otros municipios y comunidades, como la Comunidad Valenciana donde se anunció el pasado mes de septiembre fruto de un acuerdo con Caixa Popular. El objetivo es «dignificar cada vez más la ayuda que presta a las personas a las que atiende en todos sus proyectos», han explicado desde la entidad caritativa.
Además, para el portavoz de la formación naranja, “esta propuesta también serviría para apoyar el comercio local y de proximidad», y es que estas tarjetas solo podrían canjearse en los establecimientos adheridos. De esta forma, se potenciarían las compras de proximidad y se podría dar un impulso a los comercios que peor lo están pasando por los efectos de las restricciones con motivo de la pandemia.
“Desde Ciudadanos seguiremos impulsando las medidas necesarias para que, a pesar de la situación extrema por la que estamos pasando, en nuestra ciudad ningún ciudadano se quede atrás”, ha finalizado el edil.
La entrega de tarjetas pre-pago supone para Cáritas «un paso más, ya que los usuarios pueden acudir a diferentes establecimientos para comprar los productos». De esta forma, la entrega se hace de una manera normalizada y las personas en situación más vulnerable, que no pueden acceder a derechos básicos, como una alimentación o vestido adecuados, pueden hacerlo «de una manera sencilla y discreta».