Dieciséis sanitarios y más de una decena de pacientes del Hospital Severo Ochoa han sido trasladados al Hospital Isabel Zendal. Los trabajadores alertan de que «no está preparado» para poder atender emergencias.
El pico de hospitalizaciones derivado de la tercera ola de contagios del coronavirus ha hecho que el Hospital Severo Ochoa haya comenzado las derivaciones de pacientes al Hospital Isabel Zendal. Desde la pasada semana el centro de Leganés cuenta con el hospital de pandemias como apoyo ante el aumento de los pacientes COVID.
Pero no han sido solo pacientes lo que el Severo Ochoa ha trasladado a este nuevo centro, sino también algo más de una decena de profesionales que ya se manifestaron en contra de este cambio de destino. Sin embargo, las amenazas de la Comunidad de Madrid de no ser renovados en caso de rechazar este destino ha obligado a muchos sanitarios a aceptar el cambio.
Al llegar, los sanitarios denuncian haber encontrado un absoluto «caos» en la gestión. «Solo nos dan un EPI por turno, tardan horas en dar algunos medicamentos, no hay material previsto para emergencias, hay que enviar e-mails para pedir un simple paracetamol…», explica una de las sanitarias trasladadas al nuevo hospital sorprendida ante la burocracia con la farmacia, inexistente en otros hospitales.
Un caso extremo le ocurrió a esta sanitaria en sus primeras horas atendiendo en el Hospital Isabel Zendal: un paciente llegó de su hospital de origen con una mascarilla de oxígeno insuficiente, «el señor se estaba ahogando y no había mascarillas a mano, tuvimos que buscarlas en el almacén y solo había una, tardaron horas en traer más. Por suerte no necesitamos más en ese tiempo». «No hay previsión, traen material, medicinas y personal en función de lo que se necesita» lo que dificulta la atención de las urgencias. «Se están centrando tanto en conseguir gente que se les olvida lo importante que es tener un control preparado».
«Hasta que no se vea algo gordo que pase de verdad, no van a ver la importancia de lo que reivindicamos»
La falta de previsión y el aumento de la burocracia con la farmacia son un palo más en las ruedas de unos sanitarios que están «anímicamente al borde de explotar» tras el desgaste emocional del último año. «Menos mal que aquí hay mucho compañerismo, sacamos adelante trabajo que no nos corresponde y echamos horas para no dejar el trabajo empantanado al siguiente turno», un espíritu que está haciendo que muchos puedan continuar cada día.
Desde su puesta en funcionamiento, el centro ha atendido a un total de 718 pacientes, de los cuales 333 han sido dados de alta, algunos de ellos de forma voluntaria. «Hay quien piden el alta voluntaria, si no están muy graves prefieren pasar la enfermedad en su casa que en el Zendal». No obstante, los sanitarios remarcan que la atención médica es todo lo excelente que pueden: «Nos dejamos la piel para que estos problemas no repercutan en los pacientes. No nos importa trabajar el triple pero denunciamos todo esto por ellos; algunos se dan cuenta de lo que estamos viviendo y se angustian por nosotros».
«Campaña de desprestigio»
En esta línea, Alma Blanco, enfermera de UCI del Doce de Octubre y delegada del MATS, declaraba a Público: «El Zendal es un agujero negro del que no podemos ver nada. El personal está sufriendo ansiedad por cómo están tratando a los pacientes». Unas críticas -a las que se le añade el proceso de contratación- que se repiten por parte de otros sindicatos. Acusaciones que la Comunidad de Madrid califica de «campaña de desprestigio».
Ante los testimonios de los trabajadores, el Gobierno regional asegura que este hospital es «el más seguro que hay ahora mismo en España para sus pacientes y sus trabajadores, con unas instalaciones preparadas para evitar contagios entre ellos. Además, está descongestionando a otros hospitales, es un hospital de hospitales que da servicio a todos los demás y permite que la carga que están soportando sea menor».
«Si haces un hospital para descargar el resto y les quitas pacientes pero también personal, no estás haciendo nada, solo moverlas de sitio«, zanjan los sanitarios.
